"Es muy difícil. Lo que realmente me ha ayudado es que Chelsea, mi personaje, es muy libre. Así que siempre que tengo ese tipo de inseguridades, recurro a la idea de que a ella no le importa, entonces a mí no me puede importar”, dice Aimee Lou Wood sobre cómo lidia con los señalamientos a su apariencia. Y es que mientras las tendencias estéticas se inventan cada día una nueva “solución” —y por ende un problema a resolver— hay algunas pocas celebridades que le ponen un freno a cómo se ejerce esta presión sobre sus cuerpos. Wood es una de ellas.
Desde que empezó a actuar, la actriz británica de 30 años sostuvo una negativa a cambiar sus dientes, naturalmente prominentes. Su talento, sumado a la decisión de preservar sus rasgos naturales, le abrió y abre puertas.
Tras brillar en la piel de Aimee —sí, el personaje tenía su mismo nombre— en Sex Education (ver abajo), ahora es una de las protagonistas de la serie The White Lotus, dirigida por Mike White y producida por Max.
Las historias de TWL pasan en una red de hoteles de lujo ubicados en puntos turísticos exóticos. La primera temporada sucedió en Hawaii, la segunda en Italia y ahora en Koh Samui, una de las zonas más turísticas de Tailandia.
Estrenada hace dos semanas y con un episodio nuevo cada lunes, en los dos primeros capítulos liberados hasta el momento, se puede ver a Wood en la piel de Chelsea, una joven ilusionada con disfrutar un viaje junto a su novio Rick (Walton Goggins), quien le lleva 22 años. Sin embargo, las historias de esta serie de comedia negra, que va de las fricciones entre huéspedes pretenciosos y el personal de los resorts, siempre cargan con cierto misterio.
Esta vez, por ejemplo, ya de entrada se nota que Rick está en el lugar para resolver negocios turbios.
Ganarle a la timidez
Lou nació en Stockport, ciudad satélite de Manchester, en Inglaterra. Creció en un hogar con padres trabajadores, pero en una familia disfuncional. La actriz ha contado en entrevista a The Guardian que su padre padecía problemas de adicción, pero que ver a su madre salir adelante sola, la inspiró a luchar por sus sueños.
Desde chica demostró interés por las tarimas y hasta escribió obras, pero no se animaba a actuar por ser muy tímida. Fue cuando entró al teatro en la escuela que todo cambió. Allí sembró la semilla de su futura profesión y al momento de elegir una carrera no dudó.
Estudió en la Royal Academy of Dramatic Art y en 2017 debutó en el teatro profesional con la obra Mary Stuart en el Almeida Theatre de Londres. Se fue fogueando en los escenarios hasta que Aimee Gibbs, el personaje que hizo que su carrera despegara, llegara a sus manos.
En lo personal, desde adolescente luchó contra la dismorfia corporal y confesó que “odiaba su cuerpo” y hasta sufrió episodios de bulimia, algo que pudo superar con psicoterapia.
También el bullying sufrido en el liceo dejó marcas que al día de hoy sigue superando. A raíz de eso, una curiosidad sobre su trabajo en Sex Education es que, a pesar de que Aimee Gibbs pareciera hecha a medida para ella, originalmente audicionó para el personaje de Lily, interpretado por Tanya Reynolds.
“Aimee es una de las chicas populares y yo tenía este complejo. Pensé que no elegirían a alguien con dientes como los míos para el papel de la chica popular en un programa de Netflix”, dijo a The Guardian. Y aunque inicialmente quedó sorprendida cuando la llamaron, cambió su punto de vista cuando recibió mensajes de sus nuevos fans que contaban sentirse representados por ella.
“Siempre me sentía muy confiada cuando iba a las audiciones de teatro, pero si era algo de televisión, me sorprendía mucho cuando me volvían a llamar. Luego llegó Sex Education y pensé: ‘Bueno, ¿qué he visto en Netflix? Todo el mundo tiene dientes perfectos en Hollywood’. Y ahora recibo cientos de mensajes de gente que dice: ‘Dios mío, tienes dientes como los míos. Ahora voy a la escuela y la gente piensa que soy genial porque me parezco a Aimee’. En lugar de ser ‘Bugs Bunny’ (conejito) o lo que sea”, confesó.
Wood también reveló cómo cambió la percepción de su apariencia después de ver a la modelo británica Georgia May Jagger convertirse en el rostro de Rimmel London, lo que marcó un punto de inflexión en cómo la veían los demás y cómo sus dientes naturales la distinguen en un rubro donde la apariencia tiene un peso enorme.
En tierras tailandesas
Para grabar la tercera entrega de TWL, el elenco estuvo viviendo siete meses en el mismo resort de lujo que sirve de escenario para la trama. Esto hizo que la actriz viviera la experiencia como un verdadero “show de Truman”.
“Una vez bajé a desayunar y encontré a Mike (el director) y a todo el equipo caminando, porque el set estaba a dos pasos de mi habitación. Incluso en momentos como los días libres, estaba en la playa, pero había cámaras, luces”, dijo a Time.
Allí fue la primera vez que Wood grabó una escena de sexo con una coordinadora de intimidad —figura relativamente nueva en la industria, y que ayuda a coreografiar estas escenas—, y pudo aprobar la toma posteriormente. White incluso se ofreció a cortar parte de la secuencia si la actriz no se sintiera cómoda con lo que viera en la pantalla.
“Yo le dije: ‘En realidad creo que es genial porque muestra una faceta de su relación que de otra manera no podríamos captar. Así que era importante mantenerla’”, dijo sobre la escena de intimidad donde Rick se muestra afectuoso con Chelsea, cosa que no se aprecia en otros momentos de la serie. La escena se vio en el segundo episodio, liberado el pasado domingo.
Su carismático personaje en Sex Education
En la popular y premiada serie de Netflix, que reflexiona sobre el placer y la juventud, Lou es Aimee Gibbs, una joven carismática, con un carácter tierno, pero con problemas en su relación con Adam (Connor Swindells, con quien vivió un romance en la vida real). Al quedar soltera redescubre sus propios gustos y deseos.
Su personaje va creciendo a lo largo de las dos primeras temporadas hasta volverse uno de los principales. En la tercera entrega de la producción, lucha para superar el trauma de una violencia sufrida en el transporte público. El papel le rindió un BAFTA a la mejor actuación en una serie de comedia.
Además de acercarla a la fama, Lou afirmó que interpretar a Gibbs le dio seguridad para seguir apostando a su carrera.
“Me siento mucho más valiente después de la serie, por mi disposición a discutir cosas que podrían ser un poco más difíciles. Ser Aimee me ayudó a ser la Aimee de la vida real”, dijo al medio portugués Comunidade Cultura e Arte.

Presente y futuro
Wood también trabajó en las películas The Electrical Life of Louis Wain (2021), con Benedict Cumberbatch, y Living (2022), junto a Bill Nighy. Hoy es considerada una de las estrellas más brillantes de la televisión británica y el BAFTA —los premios de la academia británica— que se ganó por su actuación en Sex Education la respalda.
Como si fuera poco y, para confirmar el momento luminoso de su carrera, el público también puede apreciar su trabajo en Ciudad tóxica, que se estrenó el pasado jueves en Netflix. Se trata de una miniserie basada en hechos reales sobre una negligencia medioambiental que provocó que varios bebés nacieran con malformaciones en una zona de las Midlands a finales de los 80.
Todo indica que el carisma, el talento, y mantenerse fiel a sí misma, le están asegurando un camino más que prometedor a la joven actriz.

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