Arequipa: Ciudad Blanca, volcanes majestuosos y riqueza cultural incomparable en este tesoro peruano

La segunda ciudad en importancia de Perú ofrece gran variedad de opciones para recorrer y hacer un paseo turístico lleno de sorpresas. "La pistola que apunta al corazón de Lima", según un historiador.

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Arequipa.
El Pais SA

Por Andrés Hurtado (El Tiempo/GDA)

Bellísima ciudad, la segunda en importancia del Perú, se enorgullece de su pasado colonial, fiel a España en los siglos XVI y XVII, islote de valiente personalidad porque mientras todo el país clamaba independencia frente a la dominación española y no solo contra la metrópoli, Arequipa hacía contrapeso al poderío centralista de Lima al punto de que el historiador Jorge Basadre escribió: “Arequipa es la pistola que apunta al corazón de Lima”.

Valiente y arisca en su lucha contra el asfixiante poder de Lima, Arequipa organizó 19 revoluciones entre 1834 y 2002. Mientras Cusco pregona su quechuismo, Arequipa pregona su lucha contra el centralismo.

No se le puede pedir a una ciudad un telón de fondo natural más espectacular que el que adorna a Arequipa; la ciudad, situada a 2.335 metros, se asienta a los pies de tres conos nevados, que rayan los 6.000 metros de altura: el Misti, el Chachani y el Pichu Pichu. Se podría decir que los volcanes se yerguen en el patio trasero.

Pocas ciudades pueden enorgullecerse de una impresionante riqueza arquitectónica como Arequipa. El centro histórico tiene 500 predios, entre civiles y militares, que son monumento histórico, y 246 casonas monumento. Los edificios barrocos fueron construidos con piedra volcánica blanca. La Plaza de Armas es imponente. La catedral Basílica, en estilo neoclásico del siglo XVIII, es la más bella del Perú. La iglesia de la Compañía es el máximo exponente de la arquitectura arequipeña. El Monasterio de Santa Catalina de Siena es el monumento religioso más importante y asombroso del Perú; es una auténtica ciudadela monacal, ocupa 20.000 metros cuadrados y está construido con piedra blanca y rosada. Después de 12 años en el monasterio las monjas pasaban a ser monjas de clausura. En Arequipa todo es superlativo.

Por orden de Francisco Pizarro, Garci Manuel de Carbajal fundó la ciudad en 1540, y por su trayectoria ha sido llamada el León del Sur y la Ciudad Blanca. Ha sido cuna de grandes hombres del Perú: Fernando Belaúnde Terry, presidente del país, y el escritor Mario Vargas Llosa aquí nacieron. La ciudad se enorgullece, además, de su pasado incaico: Mayte Capac, Pachacutec y Huayna Capac lucharon en este suelo.

Durante la guerra con Chile Arequipa fue la capital del Perú y hoy es patrimonio de la humanidad. En el pasado su comercio fue muy activo en lana de camélidos y en la explotación del cobre y el molibdeno.

La ciudad ha sufrido tres violentos terremotos, en 1868,1978 y 1913, y fue encrucijada de la ruta de la plata durante la colonia y de la lana después de la independencia. En esta época surgieron líderes antimonárquicos que también se opusieron a Bolívar y a San Martín. Hoy, la ciudad y la región son meca del turismo, después de Lima y Cuzco.

Arequipa es la entrada a la puna peruana y al cañón del Colca, que es uno de los más profundos del planeta. La puna es meseta de alta montaña que se ubica entre los 3.800 y los 4.000 metros en Perú. Su clima es frío.

Se caracteriza por ser zona de herbazales y lagunas y por la fauna compuesta por pumas, cuyes, vizcachas (parecidas a los conejos) y por las vicuñas, guanacos, llamas y alpacas.

En la parte más alta de la carretera se encuentra el Mirador de los Andes, a 4.920 metros, con espléndido paisaje de picos nevados, entre los cuales nace el río Amazonas. Los picos son: Ampato, Sabancayo y Hualca, con alturas superiores a los 6.000 metros.

La carretera desciende hasta los 3.000 metros, donde hay pueblos típicos como Chivay; allí los indígenas cultivan papa en bellas terrazas de origen incaico. Se llega así al tercer cañón más profundo del mundo, el de Colca, de 3.200 metros de profundidad y por cuyo fondo corre el río Colca.

Esta región es paraíso para senderistas, alpinistas, ciclistas y raftistas. En el Mirador de la Cruz del Cóndor, ubicado al borde del impresionante abismo, los turistas esperan la aparición de los cóndores que vuelan majestuosos sobre las cumbres nevadas del otro lado del cañón y descienden a volar casi rasantes sobre la emocionada multitud.

Estas poderosas aves, las más grandes voladoras del mundo, miden 3 metros de envergadura y pesan 15 kilos. La Unesco declaró al Cañón de Colca y a los volcanes de Andagua como Geoparque Mundial. Viajar a Arequipa, a la puna y al Cañón de Colca es gozar de las más profundas emociones telúricas en un país tan hermoso como es el Perú.

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Volcanes

Joyas del altiplano

En lo más alto del altiplano peruano, los volcanes Ampato, Chachani, Misti y Pichu Pichu se alzan majestuosos.

Ampato, con 6.288 m.s.n.m., destaca por su imponente silueta que recuerda a un sapo, de ahí su nombre en aymara. Solo los más intrépidos se atreven a emprender el desafiante ascenso hacia su cima nevada.

Al sur se encuentra el Chachani, a 6.075 m.s.n.m. Este volcán es un destino popular entre los viajeros, ya que su ascenso, aunque emocionante, resulta accesible y puede completarse en un solo día con la guía de un experto. Sin embargo, el impacto del cambio climático está dejando su huella, con glaciares que se reducen lentamente.

El Misti, a 5.825 m.s.n.m., es el volcán más icónico de Arequipa. Con su cima nevada y su proximidad a la ciudad, protagoniza innumerables postales. Escalarlo requiere dos días, pero la recompensa al llegar a la cima es una vista panorámica de la “Ciudad Blanca”, una experiencia que combina esfuerzo y asombro.

Finalmente, el Pichu Pichu, a 5.644 m.s.n.m., es el volcán más accesible de los cuatro. Su ascenso dura apenas siete horas, ideal para quienes buscan una caminata desafiante pero manejable.

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