EL PREGUNTÓN
El escritor respondió a las preguntas del famoso cuestionario de Marcel Proust.
—¿Cuál es el defecto propio que deplora más?
—No darme el tiempo para descansar.
—¿Cuál es el defecto que deplora más en otros?
—No deploro.
—¿Cuál es su estado mental más común?
—Enfocado.
—¿Cómo le gustaría morir?
—Sin perder la conciencia.
—¿Qué no perdonaría?
—Para mí, perdonar es liberarme del dolor, y no encuentro ningún dolor que se merezca no ser liberado.
—¿Qué le hace reír?
—Por suerte muchas cosas, pero la que mas me gusta, es reír con mis hijos.
—¿Cuál es su idea de la fidelidad?
—No tener secretos.
—¿Cuál es su asignatura pendiente?
—Me gusta viajar y conocer lugares nuevos, tengo mucho más por conocer que lo que conozco.
—¿Cuál es su mayor extravagancia?
—Mis remeras.
—¿En qué ocasiones miente?
—En todas las ocasiones que amerita.
—¿Qué persona viva le inspira más desprecio?
—Ninguna, todo lo que le hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos.
—¿A qué persona viva admira?
—Admiro a todas las personas que siguen su corazón sin faltarle el respeto a los demás, y admiro un poquito más, a los que se esfuerzan por algo bueno para todos, e incluyen a los que piensan distinto a ellos.
—¿Cuál es su mayor miedo?
—Qué lastimen a mi familia o a cualquiera de las personas que considero mi familia. Reconozco que ya ocurrió y voy aprendiendo a lidiar con eso.
—¿Cuál es su mayor remordimiento?
—Trabajo demasiado.
—¿Cuál es la virtud más sobrevalorada socialmente?
—¡La altura! Ja, ja, no, hablando en serio, creo que sobrevaloramos la
aprobación de los demás.
—¿Qué le disgusta más de su apariencia?
—Amo la imperfección.
—¿Qué talento, que no tiene, desearía tener?
—Saber descansar.
—¿Cuál es su mayor logro?
—Amar la imperfección.
—¿Cuál es su posesión más atesorada?
—El aire que respiro, los sonidos de la naturaleza y el silencio que la contiene.
—¿Qué palabras o frases usa más?
—¡Existe otra manera de vivir! y ¡A comer!
—¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?
—Adentro de mi pecho es donde he sido más feliz, aunque reconozco que también sentí mucha felicidad viendo a otras personas ser felices. ¿Cuándo? Agradezco haber perdido la cuenta, y seguiré viviendo para que eso continúe así…
—¿Cuál es su héroe o heroína de ficción favorito/a?
—Mi amigo el Oso, que es lo más parecido a Kung Fu Panda.
—¿Cuáles son sus héroes de la vida real?
—Todos aquellos que perseveran en una vida con sentido son héroes de esta época de plástico. Mi mamá y mi papá, las/os amigas/os y vecinas/os de mis padres, mis abuelas y mis abuelos, mis suegros, y mi familia toda, son unos héroes. Pero sin duda el primer lugar de mi enorme podio de héroes, lo tienen mi esposa, nuestros hijos y algún amigo/a, por su manera de mirarme.
—Si después de morir debe volver a la vida, ¿convertido en qué persona o cosa regresaría?
—Ya lo estoy haciendo.
—Y si pudiera elegir un personaje de ficción, ¿cuál elegiría?
—Alejandro Corchs.