Ensayo provocador
Libro sobre cómo los vencedores de la Primera Guerra Mundial abonaron lo peor y prepararon el terreno para el genocidio armenio o el nazismo.
Parecida a un virus, cerca de su final, la Primera Guerra Mundial mutó en algo peor, más complejo y violento. A partir de la Revolución Bolchevique y del armisticio entre Rusia y los imperios alemán y austrohúngaro, desde el Báltico hasta el Mar Negro y el Egeo, hubo una serie de guerras (civiles y entre naciones), revoluciones (nacionales y/o socialistas) y conflictos interétnicos, a menudo solapados entre sí y en el mismo territorio, que no vieron su fin hasta 1923, pero dejaron a Europa tan malherida y resabiada, y con tan altos niveles de violencia en sus prácticas políticas que, hoy, “con el diario del lunes”, es común penar que, por el fin que tuvo la “Gran Guerra” eran inevitables los fascismos, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
El mayor mérito de Los vencidos, del historiador alemán Robert Gerwarth (Berlín, 1976; Director del Centro de Estudios sobre la Guerra, del University College de Dublín) es hacer un prolijo repaso de todos esos conflictos y sus interconexiones, de modo tal que el lector puede hacerse una idea de que, con otras actitudes de las potencias vencedoras a la hora de los tratados de paz, la coexistencia pacífica en Europa podría haber tenido mejores chances.
No es que Gerwarth cometa el pecado de hacer la historia de lo que pudo haber sido y no fue, pero lo que este libro deja minuciosamente documentado es que las potencias vencedoras habían hecho promesas de una paz justa si los pueblos vencidos asumían formas democráticas de gobierno. Esa democratización se hizo de buena fe, entre fines de 1918 y principios de 1919, pero las condiciones de paz que se impuso a Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía fueron demoledoras y fomentaron el odio y la revancha, centrales, por ejemplo, en el discurso de Adolf Hitler.
Este libro es útil no sólo para entender las relaciones entre las dos guerras mundiales, sino conflictos y problemas de más larga duración, como el desmembramiento de la ex Yugoeslavia tras la muerte del Mariscal Tito, el conflicto palestino–israelí, el no reconocimiento del genocidio armenio por parte del gobierno turco y las tensiones fronterizas entre la Federación Rusa y Ucrania, todos ellos con raíces en el período estudiado por este valioso libro.
LOS VENCIDOS /POR QUÉ LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL NO CONCLUYÓ DEL TODO / (1917–1923), de Robert Gerwarth. Galaxia Gutenberg, 2019. Barcelona, 480 págs. Traducción de Alejandro Pradera.