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Bancarrota tropical

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La tiranía castrista suma a su desastre general la quiebra financiera del régimen. Acostumbrada a no pagar sus obligaciones con otros estados e instituciones diversas hay incumplimientos que derivarán a consecuencias graves. La dictadura venía recibiendo trato amable de varios gobiernos. Como el frenteamplista de Uruguay que por iniciativa de una administración presidida por el doctor Tabaré Vázquez perdonó por servilismo y complicidad “ideológica” a la oligarquía isleña una deuda con los uruguayos por 56 millones de dólares en 2015. Por obvias razones estratégicas en esa línea se ubica la Rusia de Putin que viene tolerando el pasaje a la cuenta del olvido de 2.300 millones de dólares de préstamos comprando obsecuencia.

Con tolerancia parecida ha operado el Club de París, integrado por 14 gobiernos europeos. Que desde 2015 viene renovando acuerdos de quitas y espera con la dictadura, con la promesa que algún día se verá como paga un crédito que al 2021 sumaba 5.211 millones de dólares. Y, hay otros acreedores incluso más grandes.

Ahora -no obstante- se ha abierto un frente distinto. Respecto de los documentos de crédito contra los países hay estados que son tenedores y hay inversores privados que los compran a precio vil, Son los llamados “fondos buitres”.

Se niegan a ingresar en reestructuraciones de deuda a las que se avienen países y organismos acreedores haciendo quitas (rebajas) y extendiendo plazos de pago. Los “buitres “ al vencimiento del plazo del crédito reclaman por el monto total que consta en los respectivos documentos ante tribunales competentes acordados contractualmente y ubicados con preferencia en Nueva York o Londres.

Reclaman cobrar además del valor total que está en el documento los intereses, con penalizaciones, etc. lo que transforma a la inversión en un negocio de altísima rentabilidad.

Argentina ante una situación así planteada judicialmente durante el gobierno presidido por Mauricio Macri debió transar por más de 9.300 millones de dólares con tenedores de este tipo de fondos.

En caso de no hacerlo Argentina corría el riego del embargo de créditos, cuentas, y bienes en cualquier parte del mundo decidida por tribunales internacionales competentes.

En el caso de Cuba una sociedad mercantil off shore -CRF I Limited- constituída en Gran Caimán es acreedor documentado del Banco Nacional de Cuba por 72 millones de dólares, cuyo pago está exigiendo ante la justicia de Londres. La sociedad citada tiene un total de 1.500 millones de dólares de deuda de esta naturaleza y es el principal acreedor del Club de Londres.

Este precedente que conocerá de alternativas de controversia judicial abre una senda de proyección imprevisible contra un estado totalmente insolvente sin recuperación. Con un gobierno que funda su desastre en el “bloqueo” norteamericano.

Una farsa ya que la isla no está rodeada de buques que le impiden comerciar con el mundo. Simplemente no produce nada y lo que tiene parcialmente limitado es el comercio con Estados Unidos (basta citar como ejemplo que el 70% del pollo congelado que se consume en la isla es de origen norteamericano).

Los hechos se dan cuando la represión del régimen apalea y encarcela a personas que reclaman por bienes y servicios imprescindibles para el diario vivir. Al tiempo que una heroica emigración acrece -con destino especialmente hacia Estados Unidos- superando al registro histórico de sus antecedentes más tristes.

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Ricardo Reilly Salaverri

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