Remedios caseros eficaces para aliviar el dolor de muelas mientras buscás atención dental

El dolor de muelas puede ser insoportable y siempre requiere consulta profesional, pero algunos métodos caseros ayudan a calmarlo de forma temporal hasta llegar al dentista.

Dolor de muelas
Hombre con dolor de muelas.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Un dolor de muelas puede irrumpir de golpe, alterar la rutina y volverse imposible de ignorar. Entre las causas más frecuentes están las caries, infecciones, encías inflamadas o el bruxismo, ese hábito de apretar los dientes mientras se duerme.

Más allá de que la visita al odontólogo es indispensable para tratar el origen, existen recursos caseros que permiten ganar tiempo y calmar las molestias mientras se consigue atención.

El enjuague de agua tibia con sal, el más práctico

El método más simple y efectivo es el enjuague con agua tibia y sal. La preparación no tiene misterio: se calienta un vaso de agua, se le agrega una cucharadita de sal gruesa o de mar y se revuelve hasta disolver.

Con esa mezcla se hacen buches durante unos 30 segundos, concentrándose en la zona afectada, y luego se escupe. Puede repetirse varias veces en el día. Este recurso ayuda a limpiar, desinfectar pequeñas heridas y reducir la presión en la encía.

Dolor de muelas.
Mujer con sensibilidad dental.
Foto: Freepik.

Otras alternativas de alivio

El clavo de olor es otro clásico de la medicina popular. Contiene eugenol, un compuesto con efecto analgésico. Puede colocarse un clavo entero en la muela o aplicar aceite esencial diluido en un algodón. Eso sí, conviene usarlo con cuidado, porque es muy potente.

El frío también es un aliado. Una bolsa de hielo envuelta en un paño, aplicada sobre la mejilla, ayuda a bajar la inflamación y adormecer la zona.

La menta, en infusión o con la bolsita húmeda colocada directamente en el área, aporta un efecto calmante y desinfectante. En tanto, el ajo, conocido por su poder antibacteriano, puede aplicarse machacado, aunque su sabor fuerte hace que no sea el favorito de todos.

Cuándo es imprescindible acudir al dentista

Si el dolor se mantiene por más de 48 horas, aparece fiebre, hinchazón marcada, dificultad para tragar o mal aliento persistente, no hay que esperar: se trata de señales de una infección que puede requerir antibióticos o incluso un tratamiento más complejo.

El enjuague con agua tibia y sal sigue siendo la opción más segura y accesible para un primer alivio. Sin embargo, ningún remedio casero sustituye la consulta profesional ni las medidas de prevención que garantizan una buena salud bucal.

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