Redacción El País
La enfermedad de Lyme es una infección de origen bacteriano transmitida a los seres humanos a través de la picadura de garrapatas infectadas, especialmente las conocidas como garrapatas de patas negras. Estas suelen encontrarse en zonas boscosas o con vegetación densa, donde es más probable entrar en contacto con ellas al caminar entre pastos altos o maleza.
El agente infeccioso responsable es una bacteria del género Borrelia, y los síntomas pueden comenzar a aparecer entre las tres y diez semanas después de la picadura. Sin embargo, hay casos en los que las señales del cuerpo pueden tardar meses, e incluso años, en manifestarse, lo que complica su diagnóstico temprano.
Síntomas que pueden persistir en el tiempo
Los primeros indicios suelen ser un sarpullido que se extiende desde la zona afectada y síntomas generales como fiebre, fatiga y dolores musculares. A medida que la enfermedad avanza, pueden presentarse rigidez en el cuello, debilidad en los músculos faciales, dolor o entumecimiento en las extremidades, palpitaciones irregulares e incluso alteraciones en la visión.
Una de las particularidades de esta enfermedad es que sus síntomas pueden fluctuar, apareciendo y desapareciendo con el paso del tiempo, lo que muchas veces desconcierta tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud.
El tratamiento y la importancia del diagnóstico precoz
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), si se detecta en sus primeras etapas, el tratamiento con antibióticos es altamente eficaz y suele lograr una recuperación completa. Esto incluye las primeras semanas posteriores a la picadura, idealmente antes de la décima semana.
En los casos más avanzados, también se utilizan antibióticos, pero los efectos de la enfermedad pueden dejar secuelas a largo plazo, sobre todo en el sistema nervioso y las articulaciones. De ahí la importancia de actuar con rapidez ante los primeros síntomas, sobre todo si la persona ha estado en contacto reciente con zonas rurales o de monte.
Una condición frecuente en ciertas regiones
La enfermedad de Lyme es más común en regiones del hemisferio norte donde existe una alta población de garrapatas portadoras, como ocurre en varios estados del noreste de Estados Unidos, entre ellos Nueva York. Sin embargo, también se han reportado casos en otras partes del mundo, incluida Sudamérica.
Para prevenirla, se recomienda el uso de ropa adecuada al transitar por zonas de riesgo (como pantalones largos y camisas de manga larga), el empleo de repelentes y la revisión minuciosa del cuerpo después de actividades al aire libre.
Recientemente, el cantante y actor Justin Timberlake compartió que ha estado lidiando con esta enfermedad, lo que explica algunos de los problemas de salud que enfrentó durante su última gira internacional. En redes sociales, expresó que los síntomas, como el dolor y el agotamiento, lo afectaron en más de una presentación, pero que siente orgullo por haber completado el tour y desea acompañar a otros que pasen por lo mismo.
Además de Timberlake, otros artistas conocidos como Justin Bieber, Avril Lavigne y Shania Twain han hecho pública su experiencia con la enfermedad de Lyme, contribuyendo a darle visibilidad a una condición que muchas veces permanece sin diagnóstico durante largos períodos.