Pequeño hábito matutino que mejora la circulación, favorece la concentración y promueve un despertar relajado

No requiere esfuerzo y puede cambiar la manera en la que nos despertamos; además, expertos lo recomiendan para activar los músculos y evitar lesiones.

Despertar, desperezarse
Mujer despertándose por la mañana.
Foto: Freepik.

La Nación/GDA
Si buscás pequeños hábitos que mejoran la calidad de vida y que llevan, prácticamente, cero esfuerzo, existe uno que puede hacerse antes de salir de la cama y que no conlleva ningún tipo de exigencia. Tanto si sos de las personas que se levantan después de dos o tres alarmas o quienes se sienten súper activos enseguida, incorporar el hábito de desperezarte puede tener grandes beneficios para la salud.

Presente en muchos mamíferos y conocido como pandiculación, el acto de desperezarse ni bien nos despertamos es, de hecho, un comportamiento que se considera instintivo. Este proceso involucra el estiramiento y contracción de los músculos después de períodos de inactividad, ayudando así a la transición entre el sueño y la vigilia.

Siendo un foco de estudio para la neurociencia, la pandiculación activa el sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación y reduciendo la tensión muscular. Y, siguiendo el estudio publicado por The Journal of Physiology, el estiramiento matutino mejora la circulación sanguínea y estimula el flujo de oxígeno hacia los músculos y el cerebro, lo que favorece la alerta mental y la concentración. Además, ayuda a aliviar la rigidez muscular generada por la inmovilidad nocturna, disminuyendo el riesgo de lesiones. Pero entonces, ¿cuáles son los principales beneficios?

Despertar, desperezarse
Hombre despertándose por la mañana.
Foto: Freepik.

  • Mejora la circulación. Debido a que la actividad circulatoria disminuye durante la noche, estirar los músculos favorece el retorno venoso, mejorando así la oxigenación y la eliminación de toxinas acumuladas.
  • Reduce la rigidez y el dolor muscular. Permanecer en una misma posición durante horas puede generar contracturas o tensiones musculares; es por esto que el desperezamiento permite reactivar el tono muscular de forma progresiva.
  • Activa el sistema nervioso. Por otro lado, desperezarse envía señales al cerebro que indican el inicio de la vigilia. Esto favorece y habilita una transición más fluida del sueño a la actividad diurna.
  • Favorece el bienestar emocional. El estiramiento libera endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de placer y reducción del estrés, contribuyendo a un despertar más positivo y relajado.

¿Cómo desperezarse correctamente?

  1. Extender brazos y piernas simultáneamente, sintiendo cómo los músculos se alargan.
  2. Girar el cuello suavemente de un lado a otro para relajar la tensión cervical.
  3. Flexionar las rodillas y llevarlas hacia el pecho para movilizar la zona lumbar.
  4. Incorporarse lentamente, evitando movimientos bruscos que puedan causar mareos.

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