Redacción El País
El cuidado del cabello es parte esencial de la higiene personal, pero prácticas como dormir con el pelo húmedo —común tras ducharse nocturnamente para evitar el secador— pueden ser perjudiciales. Aunque parece inofensivo, este hábito expone el cuero cabelludo a riesgos como:
- Infecciones por hongos debido a la humedad retenida.
- Fragilidad capilar, aumentando el quiebre, las puntas abiertas y los enredos.
- Inflamación y picazón en el cuero cabelludo.
El cabello posee propiedad higroscópica: absorbe humedad ambiental, permitiendo que el agua penetre en la cutícula y la expanda. Esto altera la estructura de las proteínas capilares, reduciendo su resistencia y flexibilidad.
Además, la fricción contra la almohada durante la noche agrava estos efectos, promoviendo la aparición de frizz y nudos.
Recomendaciones para prevenir daños:
- Secar completamente el pelo antes de acostarse.
- Usar toallas de microfibra para absorber agua sin dañar la cutícula.
- Utilizar secador con aire frío si es necesario.
Priorizar un secado adecuado preserva la salud capilar y evita problemas a largo plazo.
En base a El Tiempo - GDA