La halitosis es una alteración que da lugar al conocido mal aliento. Para las personas que conviven con esta condición, interactuar con otros a veces puede ser vergonzoso o causar mucha ansiedad. Entender por qué se origina es clave para erradicarlo.
Mayo Clinic, una plataforma de referencia mundial sobre salud y cuidado, señala que la mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, y existen varias causas posibles. Algunas de ellas son:
Alimentos. La descomposición de partículas de alimentos en los dientes y alrededor de ellos puede aumentar la cantidad de bacterias y causar un olor desagradable. Sucede, sobre todo, con ciertos alimentos como cebollas, ajo y especias.
Tabaco. Fumar provoca un olor desagradable en la boca. Además, los fumadores son más propensos a tener encías enfermas, otra fuente de mal aliento.
Mala higiene bucal. Si no te cepillás los dientes y usás el hilo dental a diario, quedarán partícular en la boca que producirán el mal aliento. También la lengua puede atrapar bacterias que producen olor. A su vez, en las dentaduras postizas que no se limpian con regularidad o que no calzan bien pueden quedar bacterias y partículas de alimentos.
Boca seca. La saliva ayuda con la limpieza de la boca porque elimina las partículas que causan mal olor. Hay una enfermedad llamada «boca seca» o xerostomía que contribuye al mal aliento, puesto que con ella disminuye la producción de saliva. La boca seca ocurre naturalmente durante el sueño y a ella se debe el mal aliento de la mañana, que empeora si se duerme con la boca abierta.
Medicamentos. Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad de la boca y, por lo tanto, indirectamente provocan mal aliento. Otros se descomponen en el organismo y liberan sustancias químicas que se transportan al aliento.
Infecciones en la boca. El mal aliento puede ser causado por las heridas quirúrgicas después de una cirugía bucal, como la extracción de un diente, o por caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.
Otras afecciones de la boca, la nariz y la garganta. En ocasiones, el origen del mal aliento pueden ser pequeñas piedras que se forman en las amígdalas y se cubren de bacterias, lo que produce olor. También las infecciones o la inflamación crónica en la nariz, los senos paranasales o la garganta, que contribuyen al goteo nasal posterior, pueden provocar mal aliento.
La mejor manera de eliminar este problema es a través de una revisión de los hábitos de higiene bucal. Es importante cepillarse los dientes y la lengua después de comer, usar hilo dental y beber mucha agua. Si tu mal aliento continúa luego de realizar esos cambios, consulta con el dentista. Si este sospecha que un trastorno más grave está provocando tu mal aliento, es posible que te derive a un médico para encontrar la causa del olor.
El tratamiento de la halitosis.
Se estima que más del 50% de las personas padecen halitosis en algún momento de su vida y es más frecuente en personas que superan los 50 años de edad.
En clínica se observa frecuentemente que una de las causas más comunes de halitosis es la gastritis crónica. Sin embargo, el tratamiento de la halitosis, no resultante de otras enfermedades, implica las siguientes medidas:
- Evitar el tabaco, alcohol, café y alimentos de intenso sabor u olor como el ajo y la cebolla.
- Ingesta abundante de agua: se recomienda beber entre uno y dos litros de agua al día para favorecer la producción de saliva.
- Cepillado dental como mínimo tres veces al día o después de cada comida principal. Sobre todo, no olvidar hacerlo antes de ir a dormir por la noche.
- Colutorios bucales (especialmente los que contienen agentes antisépticos) tras el cepillado o entre cepillados. Su eficacia es transitoria y no deberían sustituir al cepillado dental sino complementarlo.
- Masticar chicle sin azúcar es otro remedio contra la halitosis entre las comidas o entre cepillados de dientes, debido a que se aumenta la producción de saliva. Tampoco debe sustituir al cepillado dental.
- Acudir a un odontólogo que explore la cavidad oral, todas las piezas dentarias y las encías. Es posible que aconseje una tartrectomía para eliminar el sarro y la placa bacteriana y trate las piezas dentales con caries o extraiga las piezas en muy mal estado.
(Por El Comercio GDA)