Hábitos visuales saludables: cinco consejos para proteger tus ojos de la fatiga digital

Redacción El País
El incremento en los casos de fatiga ocular y ojo seco, vinculado al uso intensivo de dispositivos digitales, subraya la urgencia de adoptar hábitos visuales saludables. Una rutina diaria que supera las ocho horas frente a pantallas en países como Colombia demanda conciencia y acción para prevenir molestias y problemas a largo plazo.

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La mayoría de las consultas a especialistas actualmente están relacionadas con visión borrosa, cansancio ocular y síndrome de ojo seco, síntomas directamente asociados al mal uso de pantallas.

De acuerdo a la disciplina oftalmológica la concentración prolongada reduce la frecuencia del parpadeo. Esto altera la distribución de la película lagrimal, provocando inflamación del epitéleo corneal, lo que se traduce en:

· Ardor y resequedad ocular.

· Sensación de cuerpo extraño.

· Fatiga visual.

· Enrojecimiento.

Frotarse los ojos persistentemente ante estas molestias puede, en casos extremos, derivar en queratocono, una enfermedad progresiva que deforma la córnea y afecta gravemente la calidad visual.

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Al mirar de cerca, los músculos ciliares del ojo se contraen para enfocar. El uso excesivo de pantallas sin pausas puede mantenerlos en un estado de contracción constante o "espasmo", dificultando el enfoque a distancia y causando visión borrosa transitoria y mayor cansancio visual.

1. Regla 20-20-20: Cada 20 minutos, descanse 20 segundos mirando un objeto a 6 metros (20 pies) de distancia. Esta práctica reduce la fatiga visual digital, relaja los músculos oculares y estimula el parpadeo.

2. Distancia y postura correctas:

o Celulares: Mínimo a 40 centímetros.

o Computadores: Entre 50 y 60 centímetros.

3. Iluminación adecuada: Evite reflejos y luces directas sobre la pantalla. La iluminación debe venir desde atrás o los laterales. Nunca use pantallas a oscuras; mantenga un balance de luz ambiental para evitar la dilatación pupilar excesiva y la incomodidad visual.

4. Hidratación ocular: Consciente parpadeo y el uso de lágrimas artificiales o gotas lubricantes (bajo recomendación profesional) ayudan a combatir la resequedad ocular.

5. Mitos y realidades: Los expertos señalan que no hay evidencia sólida sobre el daño de la luz azul de las pantallas, ni sobre el beneficio de los filtros azules. El foco debe estar en los buenos hábitos de uso.

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El uso de pantallas a distancias muy cortas en niños se asocia con un mayor riesgo de desarrollar miopía. Dado que su sistema visual está en desarrollo, es crucial limitar el tiempo de exposición y promover actividades al aire libre para un desarrollo visual saludable.

Aunque se desconocen los efectos a largo plazo de la digitalización masiva, adoptar hábitos de uso responsable de pantallas es la herramienta más efectiva para prevenir la fatiga ocular digital, el síndrome visual informático y proteger la salud visual a futuro.