Redacción El País
La higiene bucodental es fundamental para prevenir problemas graves, pero ¿cuál es la frecuencia ideal? El doctor Praveen Sharma, de la Escuela de Odontología de la Universidad de Birmingham, ofrece una perspectiva sorprendente: la calidad del cepillado es más crucial que la cantidad. En un contexto donde la enfermedad periodontal afecta a gran parte de la población, sus consejos son clave.
La regla de oro: calidad sobre cantidad
El consejo clásico de cepillarse los dientes dos veces al día sigue vigente. Sin embargo, Sharma enfatiza: "Es mejor hacerlo bien una vez al día que dos veces rápido". El objetivo no es solo cumplir con un ritual, sino realizar una limpieza profunda y metódica que realmente proteja la salud bucal.
La señal de alerta: encías sangrantes
El primer síntoma de un problema suele ser el sangrado de las encías. Si las encías sangran o están inflamadas, no es normal; es una señal clara de que la técnica de cepillado debe mejorar. Ignorar este signo puede conducir a gingivitis y, eventualmente, a enfermedad periodontal.
¿Cuándo es el momento más importante para cepillarse?
Si solo vas a realizar un cepillado diario, el momento no elegible es por la noche. Antes de acostarse es fundamental eliminar la placa y los restos de comida acumulados durante el día, previniendo que las bacterias actúen durante horas.
La higiene complementaria es indispensable
Un solo cepillado, por bueno que sea, no es suficiente. Sharma insiste en incorporar hilo dental o cepillos interdentales (de caucho, más cómodos) para limpiar las zonas donde el cepillo no llega. Esta limpieza interdental es clave para prevenir caries entre los dientes y problemas en las encías.
El método para un cepillado efectivo
La efectividad reside en el método. Cada diente tiene tres superficies (exterior, interior y de masticación) y todas deben limpiarse. La técnica recomendada incluye:
· Usar movimientos circulares suaves.
· Evitar aplicar demasiada presión, que puede dañar el esmalte y las encías.
· Prestar especial atención a la unión entre el diente y la encía, el punto de partida de la mayoría de los problemas periodontales.
· Dedicar al menos dos minutos a todo el proceso.