Redacción El País
La escarlatina es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Streptococcus pyogenes, también conocida como el estreptococo del grupo A. Esta bacteria puede producir una toxina que provoca una erupción cutánea característica, así como otros síntomas.
Los síntomas comunes de la escarlatina incluyen:
- Fiebre: Es uno de los síntomas más prominentes y puede ser alta.
- Erupción cutánea: Suele comenzar en el cuello y la parte superior del pecho y luego se extiende por el cuerpo. Tiene un aspecto rojo y áspero, similar a la piel de gallina.
- Dolor de garganta: A menudo es uno de los primeros síntomas y puede ser muy intenso.
- Lengua de "frambuesa": La lengua puede volverse roja y tener un aspecto similar a una frambuesa, lo que es un signo clásico de la enfermedad.
- Ampollas y úlceras: En ocasiones, pueden aparecer pequeñas ampollas o úlceras en la boca y la garganta.
- Glándulas inflamadas: Los ganglios linfáticos del cuello pueden estar hinchados y sensibles.
- Malestar general: Puede haber sensación de malestar, dolor de cabeza y pérdida del apetito.
En cuanto a la mortalidad, gracias a los antibióticos y la atención médica moderna, la escarlatina generalmente es una enfermedad tratable y no tiene por qué conducir necesariamente a complicaciones graves o muerte. Sin embargo, si no se trata adecuadamente, pueden ocurrir complicaciones serias, como fiebre reumática o glomerulonefritis aguda, que pueden tener consecuencias a largo plazo, e incluso la muerte.
La escarlatina puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños, especialmente entre los 5 y los 15 años. Los adultos también pueden contraerla, pero es menos común.
¿Cómo se contagia?
De acuerdo a la Clínica Universidad de Navarra "se transmite desde la persona enferma a la sana, a través del aire, por las gotitas de saliva (gotas de Pflügge). También pueden contagiar las personas portadoras a través de objetos o alimentos (aunque con menos frecuencia)".
Es importante destacar que es crucial buscar atención médica para recibir el tratamiento adecuado, que generalmente involucra antibióticos.