En Japón, la limpieza es mucho más que una tarea doméstica: es un acto cultural y espiritual enfocado en crear armonía, orden y bienestar. Esto se fundamenta en el respeto por los objetos y una visión integral del entorno como reflejo del estado mental. El método japonés de limpieza se compone de dos pilares principales: el Oosouji y la filosofía de las 5S.
Oosouji, que significa "gran limpieza" en japonés, es una práctica que se realiza cada año en hogares, oficinas y centros escolares. Se vacían cajones y muebles, se limpia a fondo cada rincón del hogar y se desechan objetos innecesarios. Además de eliminar suciedad, esta práctica busca dejar atrás todo lo que no aporta, en una especie de renovación simbólica y funcional.
Esta limpieza profunda también está acompañada de una recomendación clave: mantener el orden a diario. Para ello, se divide el hogar en pequeñas áreas y se destinan unos minutos diarios a su organización, lo que evita la acumulación de desorden.
La segunda parte del método japonés de limpieza se basa en la filosofía de las 5S, un sistema originado en el ámbito laboral japonés que ha sido adaptado al entorno doméstico. Estas son sus cinco etapas:
El método no busca crear espacios vacíos, sino entornos funcionales, armoniosos y libres de elementos innecesarios. A través de la acción física de limpiar y el enfoque mental del desapego, se promueve un estilo de vida ordenado que impacta positivamente en el bienestar emocional.
El Universal/GDA