Deshidratación en perros y gatos: Síntomas de alerta, cómo reconocerla y cuándo ir al veterinario

Cuánta agua debe beber tu perro según su peso, por qué los gatos tienen menos sed y consejos efectivos para estimular la hidratación y evitar problemas renales.

Perro, gato, mascotas
Perro y gato descansando.
Foto: Freepik/IA.

Redacción El País
Garantizar que perros y gatos beban suficiente agua a lo largo del día es uno de los cuidados más básicos, pero también uno de los que más suele pasarse por alto. Aunque muchos tutores se enfocan en la comida, el paseo o la estimulación mental, la hidratación es igual de esencial para que el organismo de las mascotas funcione correctamente y para prevenir problemas graves.

El agua participa en prácticamente todos los procesos internos del cuerpo de las mascotas. Regula la temperatura —especialmente en los perros, que dependen del jadeo para disipar calor—, mantiene el volumen y la fluidez de la sangre que transporta nutrientes y oxígeno, y posibilita reacciones químicas clave como la digestión o la producción de energía. También interviene en la lubricación de ojos, articulaciones y tejidos y es fundamental para eliminar desechos a través de la orina y las heces. Cuando el consumo es insuficiente, todos estos sistemas pueden verse comprometidos.

Gato y perro tapados con un acolchado.
Gato y perro tapados con un acolchado.
Foto: Freepik

Cómo reconocer la deshidratación en animales

De acuerdo con la veterinaria Claudia Arciniegas, es importante vigilar cambios sutiles que indiquen falta de agua. Entre los signos más frecuentes se encuentran ojos hundidos o poco lubricados, encías secas o pegajosas, piel con menor elasticidad, respiración acelerada y jadeo intenso, además de letargo o desinterés por moverse.

La disminución en la frecuencia de micción o una orina más oscura y con olor fuerte también son señales claras. Síntomas como vómitos, diarrea o desmayos requieren atención veterinaria urgente, ya que el cuadro no siempre se corrige solo ofreciendo agua.

Las necesidades hídricas varían según la especie, el tamaño y la actividad diaria. En los perros, la referencia general es de 50 a 60 ml de agua por kilo de peso, lo que significa que uno de 20 kilos necesita alrededor de 1,2 litros al día. Los gatos, en cambio, suelen beber menos por naturaleza y obtienen parte del agua a través del alimento húmedo. Su requerimiento promedio ronda los 60 a 80 ml diarios, una cifra que, si no se alcanza, puede predisponerlos a problemas renales o urinarios.

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Perro y gato.
Foto: Canva.

La mejor hidratación proviene siempre del agua fresca y limpia. Las bebidas isotónicas formuladas para humanos —e incluso algunos productos para mascotas— pueden contener niveles altos de azúcar, sodio o aditivos que no son adecuados para perros y gatos. Además, los animales no pierden electrolitos del mismo modo que las personas, por lo que estos productos pueden empeorar un cuadro de deshidratación o causar alteraciones digestivas, vómitos o diarrea.

No solo importa la cantidad. El agua debe ofrecerse siempre en buenas condiciones, en recipientes limpios y accesibles. Para los gatos, que suelen ser más selectivos, puede funcionar colocar varios bebederos por la casa o incorporar fuentes que mantengan el agua en movimiento.

En base a El Tiempo/GDA

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