Luis Bueno*
Como ya he escrito en columnas pasadas, el estado de salud de nuestras encías, por contraintuitivo que suene, tiene incidencia sobre una importante cantidad de enfermedades y afecciones que no tienen relación directa con los dientes o la salud bucal.
Hoy me centraré en una cuestión que hace a la calidad de vida de los hombres y —por extensión, cuando esto sea pertinente—la vida en pareja: la disfunción sexual eréctil, o DSE.
No se trata de una problemática excepcional, sino que afecta a muchos hombres, en particular luego de los 40 años. De acuerdo a algunos estudios realizados en Estados Unidos aproximadamente uno de cada dos hombres entre 40 y 70 es o ha sido afectado por esta dolencia. Un estudio citado por la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, titulado Massachusetts Male Aging Study, halló que una prevalencia de 52% en varones entre las edades ya mencionadas.
Más allá de ese dato, en los próximos cinco años se calcula que la DSE afectará a más de 330 millones de hombres en todo el mundo.
Actualmente hay consenso en la comunidad médica y científica acerca de que alrededor del 80% de los pacientes con DSE también se ven afectados por otras comorbilidades, y que esta condición no se relaciona únicamente con factores psicológicos.
También factores orgánicos actúan en el desarrollo de la disfunción eréctil, entre ellos los desórdenes vasculares. Por eso se considera a la DSE como una complicación más de las enfermedades cardiovasculares.
Otro dato: más de la mitad de los hombres que presentaron infarto de miocardio tuvieron disfunción eréctil antes de sus problemas cardíacos, y una similar proporción de hombres con bypass de la arteria coronaria experimentaron disfunción eréctil antes de esa intervención quirúrgica.
Vayamos ahora al vínculo periodontitis-DSE. Para empezar, comparten muchos factores de riesgo tales como diabetes, hipertensión y el consumo de tabaco y/o alcohol.
Pero hay una relación aún más concreta: las bacterias que causan periodontitis acceden a la circulación sanguínea y desde ahí “invaden” la pared arterial lo cual provoca aterosclerosis, lo que a su vez genera las condiciones propicias para que aparezca la DSE.
También es pertinente aclarar que la DSE no es una condición monolítica e idéntica para todos los hombres afectados, sino que hay grados: leve, moderada y severa. Pero en todos esos casos se ha constatado que quienes son afectados por la DSE también tienen una prevalencia más alta de periodontitis.
Todo esto nos lleva a concluir que cuidar la salud de las encías tiene, entre tantos otros, un efecto positivo sobre la sexualidad, ya que hay estudios que demuestran que aquellos hombres que trataron sus periodontitis mejoraron su función eréctil tras el tratamiento.
La relación entre estas dos enfermedades se hace más fuerte en pacientes en ciertos rangos etarios, como ya hemos mencionado.
Antes de pasar a los consejos sobre qué hacer para cuidar a nuestras encías conviene recordar que la periodontitis, tal como la DSE, es mucho más común de lo que sería deseable: se trata de una enfermedad infecciosa frecuente en nuestra población. De acuerdo a estimaciones, de 3 a 4 uruguayos entre diez presentan esta enfermedad.
La periodontitis es causada por bacterias que habitan en la boca en condiciones especiales: una mala higiene dental es una de esas condiciones, mientras que la otra es una predisposición genética. Pero también es importante mencionar que hay tres factores de riesgo que se consideran como los más importantes para dar pie a que surja la periodontitis: la diabetes, el tabaquismo y el estrés mal gestionado.
Síntomas
El o la paciente comienza con sangrado de las encías cuando cepilla sus dientes, luego puede aparecer el mal aliento, que los dientes se muevan y cambien de posición y, finalmente, la caída de estos.
En el trascurso de la enfermedad esto afecta, en la mayoría de los casos, severamente la estética y autoestima de la persona.
Recomendaciones
Lectores habituales de esta columna ya tienen claro los pasos a seguir en el cuidado de las encías, pero para quien no esté al tanto de esto, voy a enumerar las medidas más importantes a tomar.
Lo ideal —como siempre—, es intentar prevenir el surgimiento de la enfermedad. Como se dice coloquialmente, hombre prevenido vale por dos. Por eso:
- Cepille los dientes mínimo tres veces al día, y use hilo dental para remover restos de alimentos que el cepillo no quitó.
- Realice visitas periódicas a un profesional de la salud bucal y dental.
- Si las encías empiezan a sangrar cuando se cepilla los dientes, es momento de actuar. Agende una visita con un periodoncista, quien le indicará los estudios a realizar y las medidas del tratamiento.
- Frente a una DSE, consulte con su urólogo, pero también haga lo mismo con un periodoncista. Recuerde que la DSE puede estar relacionada —además de a la periodontitis—a posibles problemas cardiovasculares.
En conclusión:un correcto cuidado de nuestras encías no solo nos ayuda a prevenir distintas enfermedades y a preservar una parte importante de nuestro aspecto. También contribuye a una buena relación de pareja (o casual).
*Periodoncista y docente universitario