Científicos identifican el momento exacto del bajón de energía de la tarde y cómo superarla

Redacción El País
La conocida caída de energía por la tarde no es solo una sensación: es real. Aunque muchos la atribuyen a mañanas cargadas de reuniones o tareas rutinarias, los especialistas afirman que nuestros cuerpos están programados para un descanso vespertino.

Esta disminución de energía luego del almuerzo se relaciona tanto con el ciclo natural sueño-vigilia del organismo como con la llamada “presión del sueño”, que aumenta cuanto más tiempo estamos despiertos.

Según la neurocientífica Ravia Allada, de la Universidad de Michigan, estas dos fuerzas —el impulso de mantenerse activo y la presión para dormir— se enfrentan durante la tarde, y la sensación de lentitud aparece cuando prevalece la presión del sueño. La duración de este bajón puede variar según hábitos de sueño, dieta y calidad del descanso nocturno.

Un estudio realizado con 2.000 trabajadores reveló que la productividad cae progresivamente por la tarde, con un pico de bajón alrededor de las 13:27, seguido por un leve repunte a las 14:06.

Más de la mitad de los empleados atribuyó la caída de rendimiento a la exposición prolongada frente a pantallas, y el 22% a la falta de pausas fuera del escritorio. Sin embargo, algunos indicaron que las interrupciones frecuentes en la oficina también afectan el desempeño.

Independientemente de la alimentación, la caída de energía por la tarde es frecuente. No obstante, comidas con azúcar o carbohidratos refinados, como pan blanco, pasta o cereales ultraprocesados, pueden intensificar la sensación de letargo. El profesor Sai Krupa Das, especialista en metabolismo de la Universidad Tufts, explica que estos alimentos se digieren rápidamente, provocan picos de glucosa en sangre y un exceso de insulina, lo que genera un breve impulso de energía seguido de fatiga.

Para evitarlo, Das recomienda reemplazar muffins, cereales azucarados o yogures saborizados en el desayuno por alternativas más nutritivas y saludables. El gastroenterólogo Saurabh Sethi, egresado de Harvard, sugiere comenzar el día con avena, rica en fibras de liberación lenta, o yogur natural con frutas rojas y semillas de chía, que aportan antioxidantes que favorecen la circulación cerebral, mejoran la memoria, el enfoque y el estado de ánimo, y ayudan a prevenir el bajón de la tarde.

Cuando dormir no es posible, los especialistas aconsejan moverse: una caminata al aire libre combate la somnolencia, mejora la concentración y puede incluso favorecer la longevidad. En el estudio mencionado, el 25% de los trabajadores afirmaron que salir a caminar les proporcionó un impulso de energía y les ayudó a sentirse más despiertos en el trabajo.

En base a OGlobo/GDA