Chocolate caliente: la bebida que ayuda a la memoria y la concentración y tomamos cada vez menos

Aunque muchas personas lo han dejado de lado, el chocolate a la taza puede ser un gran aliado del cerebro si se prepara con ingredientes adecuados.

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Foto: Flickr.

Redacción El País
En muchas casas , el chocolate caliente fue alguna vez infaltable en los desayunos de invierno. Sin embargo, con el correr del tiempo fue perdiendo terreno frente al café o las infusiones. A pesar de eso, esta bebida tradicional tiene más beneficios de los que solemos imaginar, sobre todo si pensamos en el funcionamiento del cerebro. No solo es rica y reconfortante: puede mejorar la memoria, favorecer la concentración y ayudar a mantener la mente despierta.

Una bebida que estimula el cerebro sin alterar el descanso

El chocolate a la taza preparado con cacao puro y leche es fuente de flavonoides, antioxidantes naturales que han sido relacionados con una mejor circulación sanguínea en el cerebro. Esto implica una oxigenación más eficiente, lo que se traduce en mayor claridad mental, mejor rendimiento en tareas que requieren atención y una memoria más ágil.

Además, el cacao contiene pequeñas cantidades de cafeína y teobromina. Aunque no alcanzan los niveles del café, estos compuestos generan un leve efecto estimulante que ayuda a empezar el día con energía, pero sin el nerviosismo que algunas personas sienten con otras bebidas más intensas.

Esta combinación hace que el chocolate caliente sea ideal para quienes necesitan activarse pero prefieren evitar estimulantes más fuertes.

Chocolate caliente en Tante Eva. Foto: Rosana Decima

Cómo prepararlo para aprovechar sus beneficios

Para que el chocolate a la taza conserve todas sus propiedades, conviene prepararlo con cacao en polvo puro, sin azúcar ni aditivos. Puede mezclarse con leche común o con leches vegetales, según las preferencias o necesidades de cada uno. Si querés darle un toque dulce, es mejor optar por miel, azúcar mascabo o incluso dátiles procesados, en lugar de usar azúcar blanca.

Las versiones industriales suelen tener poco cacao y muchos espesantes y azúcares, lo que disminuye su valor nutricional. Por eso, lo ideal es prepararlo en casa. Una técnica sencilla es calentar la leche, disolver el cacao en una parte del líquido caliente y después incorporar el resto. Así se consigue una bebida cremosa, sin grumos y con un sabor intenso.

Si te gusta innovar, podés sumar una pizca de canela, un toque de nuez moscada o una gota de esencia de vainilla para personalizar tu chocolate caliente.

¿Cuál es el mejor momento para tomarlo?

Una taza de chocolate caliente puede ser una excelente opción para el desayuno o la merienda, sobre todo en días fríos. También es útil antes de una jornada de estudio, trabajo o cualquier actividad que demande concentración mental.

Se recomienda tomarlo por la mañana o a media tarde, para aprovechar el impulso de energía sin afectar el sueño nocturno. Y como siempre, la clave está en no excederse: una taza al día es suficiente para obtener sus beneficios sin sumar calorías de más. Para un desayuno equilibrado, se puede acompañar con tostadas integrales, frutas o frutos secos.

Otras opciones

Si no sos fanático del chocolate a la taza, hay otras bebidas que también pueden ser buenas para el cerebro. El té verde, por ejemplo, tiene antioxidantes y teína, lo que mejora la concentración de forma más suave. El café, en pequeñas dosis, ayuda a estar más alerta y mejorar los reflejos, aunque conviene evitarlo de tarde para no interferir con el sueño.

Otra alternativa es usar cacao puro en polvo como ingrediente para otras preparaciones: se puede sumar a batidos, yogures naturales o recetas caseras de repostería, manteniendo sus propiedades y sin perder sabor.

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