Remplazá la manteca con este alimento saludable: qué es el ghee y dos recetas para incluirlo en la dieta

El Universal/GDA
A simple vista, el ghee puede parecer una mantequilla más, pero, en realidad, cuenta con propiedades que lo hacen único. Este alimento contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de que es antiinflamatorio debido a que está lleno de antioxidantes, vitaminas y minerales que son solubles en grasa.

Personas intolerantes a la lactosa o con diabetes encuentran en el ghee una mejor opción al ser libre de caseína (proteína que se aloja en la leche) y lactosa. A su vez, produce menos compuestos tóxicos que la mantequilla clásica y los aceites comerciales expulsan cuando son calentados en exceso.

El ghee es conocido como mantequilla clarificada ya que se obtiene luego de hervir la mantequilla con el fin de que la caseína y la lactosa se separen. Esta grasa saludable puede ser empleada como alimento medicinal en casos de fatiga o hígado graso.

De acuerdo con las Revista Tres Tiempos, el ghee disminuye los riesgos de contraer cáncer, refuerza el sistema inmunológico, mejora el metabolismo, potencia la cicatrización de heridas y promueve la flexibilidad de las articulares.

AGNI, empresa dedicada a la elaboración y venta de ghee, comparte recetas para incorporar esta mantequilla clarificada.

1. Trufas.

• 2 tazas de maní pelado y tostado sin sal
• 2 tazas de pasas de uva
• 3 cdas de cacao amargo en polvo
• 1 cda de ghee
• Coco rallado para rebozar

Poner el maní en la procesadora y triturar un poco. Agregar las pasas de uva y procesar hasta que ambos ingredientes se unan. Sumar el cacao en polvo y procesar un poco más. Agregar ghee y procesar hasta que quede una masa maleable. Sacar todo de la procesadora y armar bolitas. Pasar por el coco rallado, ¡y listo!

2. Dip de zanahorias.

• 2 cdas de ghee
• 2 zanahorias medianas o 1 grande
• 1 trocito de jengibre
• 1 cdta de comino
• 1 taza de lentejas peladas o turcas
• Sal marina y jugo de limón a gusto

Lavar las lentejas peladas y escurrirlas. Pelar las zanahorias y el jengibre. Cortar las zanahorias en trozos medianos y el jengibre rallado o en trocitos. Calentar una olla con ghee y, cuando se derrita, agregar el jengibre y el comino. Sacar un poco del fuego para que no se quemen y dejar un ratito para que se tuesten suavemente, disolviendo los nutrientes y el sabor en el ghee. Enseguida agregar la zanahoria en trozos y revolver para dorarla. ¡Atención: no quemar las especias! Agregar las lentejas peladas y por último, agua caliente y sal marina. Bajar el fuego y dejar tapada la olla hasta que las zanahorias estén tiernas, agregando más agua si necesario (recomendamos hacerlo de a poco, así no se pegan las lentejas en el fondo de la olla; pero sin excederse, para que no sea necesario colar antes de licuar).

Antes de licuar, recuerden dejar enfriar. Poner todo en la licuadora y agregar el jugo de limón. Debe quedar cremoso y suave. Si es necesario, puede agregarse un poco de agua de la cocción. Cuando se enfría, espesa un poco.