Para qué sirve el jugo de zanahoria y cómo puede mejorar tu salud de forma natural y deliciosa

Una manera sencilla de integrar frutas y verduras a tu dieta es aprovecharlas en jugos. Aunque los más populares suelen ser el verde, el antigripal o el clásico de naranja, el de zanahoria también ofrece múltiples beneficios.

La Fundación Española de la Nutrición (FEN) señala que la parte comestible de la zanahoria —originaria de Eurasia y del norte de África— es la raíz. Su característico color anaranjado se debe a la alta concentración de carotenoides, que almacenan los nutrientes necesarios para sostener la parte aérea de la planta, la cual puede alcanzar hasta 1,5 metros de altura.

Según esta organización, la zanahoria es especialmente rica en vitamina A. De hecho, una zanahoria de tamaño medio puede cubrir hasta el 89% de las necesidades diarias de esta vitamina en hombres (entre 20 y 39 años) y hasta el 112% en mujeres del mismo rango etario.

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Además, contiene hidratos de carbono, vitamina C, vitamina B6, y minerales como hierro, yodo y potasio. De acuerdo con la tabla nutricional de la FEN, 100 gramos de zanahoria aportan 40 kcal, 2,9 gramos de fibra y 0,9 gramos de proteína.

Aunque lo ideal es consumir frutas y verduras enteras para conservar mejor sus nutrientes —sobre todo la fibra—, incluirlas en jugos puede ser un primer paso útil para quienes no están habituados a su sabor.

Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, una porción de 250 ml de jugo de zanahoria contiene:
- 94,4 kcal
- 210 g de agua
- 2,24 g de proteína
- 0,354 g de grasa
- 1,89 g de fibra
- 9,23 g de azúcares

Si bien al licuar la zanahoria algunos nutrientes disminuyen, el jugo sigue siendo una fuente importante de vitaminas y minerales. Además, aporta compuestos antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que ayudan a combatir los radicales libres, relacionados con enfermedades degenerativas y ciertos tipos de cáncer.

Un estudio del Departamento de Ciencias Humanas de la Universidad Texas A&M–Kingsville, publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, evaluó si el consumo de jugo de zanahoria fresco influye en los niveles de antioxidantes y en marcadores de riesgo cardiovascular en adultos. Los resultados fueron positivos: beber diariamente 250 ml puede mejorar las defensas antioxidantes del cuerpo, protegiendo las células del daño oxidativo, sin afectar negativamente los niveles de colesterol ni triglicéridos en sangre.

Mejora la salud del hígado: por su contenido de betacaroteno, ayuda a reducir la inflamación hepática.

Hidratación natural: gracias a su alto contenido de agua (alrededor del 90%) y potasio, es ideal después del ejercicio o en días calurosos.

Favorece la visión: la vitamina A, el betacaroteno y la luteína son clave para mantener la salud ocular.

Efecto protector contra el cáncer: por la presencia de carotenoides y compuestos como el poliacetileno.

Beneficia la salud cardiovascular: el potasio y los antioxidantes pueden contribuir a bajar la presión arterial y reducir el riesgo de ACV.

Cuida la piel: el betacaroteno actúa como una protección natural contra los rayos UV, mientras que la vitamina C favorece la regeneración cutánea.

El jugo de zanahoria no solo es refrescante y fácil de preparar, sino que también es una opción más saludable frente a bebidas azucaradas o ultra procesadas. Incorporarlo a tu dieta puede ser una forma sabrosa y práctica de cuidar tu salud desde adentro hacia afuera.

El Universal/GDA