Redacción El País
La Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) comparte cada dos semanas su "lista inteligente", que explica cuáles son las frutas y verduras de estación que se recomiendan por sus óptimas condiciones de sabor y valor nutricional, pero, además, por tener un mejor precio debido a su abundante oferta.
Para la quincena comprendida entre el martes 18 de febrero y el lunes 3 de marzo de 2025, la UAM recomienda comprar morrón, melón, tomate, uva, choclo, ajo, zapallo kabutiá, ají catalán y ciboulette. También detalla cuáles son sus beneficios a la salud y recomienda buenas prácticas para su almacenaje y consumo:
Frutas y verduras de la lista inteligente
Morrón (verdura destacada): los morrones rojos y verdes son producidos por la misma planta, solo que el morrón verde se cosecha antes de que comience el proceso de toma de color rojo asociado con la maduración. Cuando es verde es menos dulce. También hay variedades que, al madurar, viran del verde al amarillo, otras al anaranjado e incluso al violeta. En otros países, a nuestro morrón le llaman pimiento dulce y sweetpepper en inglés. Originario de América y también conocido como morrón, ají morrón, pimiento, chile morrón, pimiento morrón o pimentón, tiene propiedades diuréticas. Es un ingrediente tradicional de las comidas de muchos países, tanto como condimento como por su color en la decoración de los platos.

Melón: esta típica fruta de esta época del año debe elegirse por su aroma perfumado. Es preferible no elegir aquellas frutas que presenten olores extraños como, por ejemplo, a tierra. Tampoco es recomendable seleccionar aquellas que no presenten ningún aroma, ya que seguramente se encuentren inmaduras y el melón no continúa madurando luego de la cosecha, por lo que no mejorará su sabor con el paso de los días. El fruto maduro presenta una pulpa de color salmón, o naranja en el caso de los melones tipo cantaloupe, llamados en nuestro país reticulados o escritos (mayoritarios en la producción nacional). Se recomienda conservarlo en heladera, cuidando no dejarlo en bolsa de nylon cerrada o en contacto con otras frutas ya que posee una moderada sensibilidad al etileno.
Tomate: esta especie es originaria de América Latina. Las principales zonas de producción en nuestro país son el litoral norte (Salto y Bella Unión) con productos en invernáculos que nos abastecen durante todo el año pero concentrando la producción en invierno y primavera; y la zona sur, donde se concentra la producción en verano y otoño. Los tomates se deben elegir uno a uno, los más firmes al tacto y sin golpes, heridas o machucones. Expresa sus mejores características de sabor y aroma si madura a temperaturas de entre 15 y 20 grados, mientras que la mejor conservación se da entre 10 y 15 grados. No se recomienda su conservación en heladera sino en lugares frescos, ventilados, sin exposición a la luz directa del sol y sin bolsa de nylon ya que provoca una maduración innecesaria.

Uva: comienza la zafra de una de las variedades de uva más populares, la Moscatel. A la hora de elegir los racimos, buscar aquellos cuyos raquis (la parte verde del racimo que conecta las uvas entre sí) estén verdes, ya que este es el órgano que muestra primero las señales de deshidratación. Las bayas (granos) deben estar bien adheridas al raquis (no desprenderse fácilmente) y deben tener aspecto sano, sin heridas o signos de podredumbre. Se puede agitar levemente el ramo para comprobar si se desprenden los granos. Se debe conservar en la heladera, en un recipiente cerrado.

Choclo: se distinguen los siguientes tipos: superdulces, dulces y comunes. Los primeros presentan excelentes características de calidad en cuanto al sabor, color y textura. Sutilmente por debajo en cuanto a sabor y vida poscosecha se encuentran los dulces. Los choclos comunes poseen la ventana temporal de estado óptimo para el consumo más estrecha, lo que determina que sean los que se comercializan a precio más bajo y deben ser consumidos lo más pronto posible. En general, los dulces y superdulces se pueden conservar cinco días en recipiente cerrado en la heladera; los comunes, un máximo de tres días de almacenamiento refrigerado.

Ajo: en los últimos años ha aumentado considerablemente el volumen de ajos nacionales vendidos en cajas de 10 kg o en bolsas de cabezas sueltas. Este último es visto con preocupación por algunos operadores, ya que entienden que el enristrado es una forma de diferenciar el producto, identificarlo con la mencionada producción artesanal nacional y que si se pierde esta diferenciación se vuelve difícil competir con los ajos importados de la región o de China. La cosecha de ajo comienza a fines de noviembre para las variedades más tempranas y se extiende hasta enero para las más tardías. Se debe conservar fuera de la heladera, en un lugar oscuro, y durará seis meses.

Zapallo kabutiá: el zapallo es oriundo de América Central y del Norte. En Uruguay, se producen y comercializan varias especies o tipos de zapallos, aunque los tres más consumidos son: el kabutiá, el calabacín y el criollo. La mayor oferta se concentra de marzo a octubre. Contiene carotenoide y es una excelente fuente de vitamina A. También se destaca su rol como antioxidante. El consumo de este producto previene el riesgo de contraer cáncer de boca, faringe, laringe y garganta. Al momento de la compra seleccionar aquellos frutos que no presenten heridas ni zonas blandas, con su pedúnculo o cabito de aspecto leñoso, de color beige, y que se sientan pesados en la mano. Los mejores zapallos criollos o kabutiá son aquellos que muestran una cáscara de color verde oscuro y opaco, con un cachete amarillo o anaranjado. Si está cortado, se deberá conservar en la heladera, y durará tres días.

Ají catalán: pertenecen a la misma familia que el morrón o pimiento. Generalmente utilizados por su forma y sabor, estos pueden ser dulces o picantes. Tradicionalmente se utilizan en conservas por su forma o preparados a la parrilla junto con el asado. Se recomienda elegir los de aspecto turgentes, carnosos y pesados en proporción a su tamaño. Cuanto más brillante sea su color, son de mejor calidad y frescos. La piel debe ser lisa, sin manchas ni arrugas, evitando los que tengan magulladuras, golpes o zonas blandas. Aportan color y sabor a los platos con muy pocas calorías, son fuente de fibra, tienen propiedades antioxidantes y son muy ricos en vitamina C, además de en provitamina A y potasio. Un dato interesante es que, al cocinarlos en aceite, pueden absorber mucho de este líquido.
Se conservan bien en lugares frescos y ventilados por pocos días. En heladera, se puede conservar en un recipiente cerrado durante tres a cinco días. Al igual que el morrón, se pueden congelar para conservarlos durante meses con todo su sabor, aunque se pierde su textura.

Ciboulette: el consumo de esta hortaliza (que también califica dentro de la categoría de las hierbas aromáticas) ha crecido durante los últimos años, aumentando su comercialización y superficie de cultivo hasta llegar a la situación actual con abundante oferta durante todo el año. A la hora de elegir se recomienda buscar aquellos atados sin daños mecánicos, heridas y áreas oscuras. Observar que el elemento usado para mantener al atado unido, en ocasiones una banda elástica, no haya ocasionado daño a las hojas. Por tratarse de una especie que pertenece a la misma familia de la cebolla, el ajo y el puerro entre otros, posee un gran poder antioxidante asociado a su elevado contenido de compuestos azufrados. La conservación debe ser en la heladera, en un recipiente cerrado, y durará tres días.