Ingeniera de alimentos advierte que usar jabón para lavar frutas es riesgoso y explica cómo hacerlo bien

Usar jabón para lavar frutas puede dejar residuos químicos no aptos para consumo. La ingeniera Mariana Zapién y guías como las de la FDA explican por qué evitarlo y cuál es la forma segura de higienizarlas.

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Manzana.
Foto: Unsplash.

Redacción El País
Lavar frutas y verduras es un hábito cotidiano, pero hacerlo de manera incorrecta puede generar efectos no deseados.

En un video difundido en Instagram, la ingeniera de alimentos Mariana Zapién explicó que estos productos no deben lavarse con jabón de platos, ya que pueden quedar residuos diseñados únicamente para limpiar utensilios.

Instituciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y los programas de seguridad alimentaria de la Universidad de California coinciden con esta recomendación y señalan que los detergentes domésticos no deben aplicarse sobre alimentos frescos.

Fruta
Mujer come fruta de noche acostada en la cama.
Foto: Freepik.

Las superficies irregulares o porosas de frutas y hortalizas pueden retener trazas de jabón incluso después del enjuague. Estos restos incluyen fragancias, colorantes y otros compuestos que no están pensados para ser ingeridos. Según Zapién, su consumo accidental puede generar irritación, alterar el sabor de los alimentos o causar malestar gastrointestinal. La FDA subraya que estos productos no han sido evaluados ni aprobados para usarse directamente sobre comida.

Frutas
Persona sostiene cajón con frutas.
Foto: Freepik.

Además, el jabón no aporta beneficios adicionales: de acuerdo con distintas guías sanitarias, lavar con agua potable y frotar manualmente es igual de eficaz para reducir microorganismos. Una limpieza cuidadosa bajo el chorro de agua es suficiente para eliminar suciedad y agentes contaminantes.

Para realizar un lavado seguro, tanto la FDA como distintos programas universitarios sugieren enjuagar frutas y verduras firmes bajo agua corriente mientras se las frota con la mano o con un cepillo de cerdas suaves.

En el caso de hojas verdes o piezas más delicadas, se recomienda lavarlas con agua potable y, si se desea una desinfección adicional, usar un producto apto para alimentos, como soluciones cloradas autorizadas, plata coloidal, ozono o formulaciones con extractos de semillas cítricas. Después del lavado, lo ideal es dejar escurrir los alimentos o secarlos con papel de cocina limpio.

De esta manera, se logra una higiene efectiva sin recurrir al jabón de platos, que —como resume la especialista— es “solo para platos, no para comida”.

En base a El Tiempo/GDA

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