¿En qué se parece el mate a una lechuga? Propiedades, mitos y descubrimientos de esta infusión tradicional

Uno de los neurocientíficos más famosos lo recomienda y expertos uruguayos aclaran por qué no produce cáncer ni insomnio; conocé qué hay detrás de esta bebida uruguaya típica.

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Yerba mate
Mujer haciéndose un mate.
Foto: Freepik.

El mate protagoniza la cultura uruguaya y argentina; de eso no hay dudas. Lo sorprendente es que aparece cada vez más en otros escenarios del mundo: uno de sus principales promotores es Andrew Huberman, neurocientífico y profesor de la Universidad de Stanford que tiene más de siete millones de seguidores en Instagram. “Disfruto de la yerba mate como mi principal fuente de cafeína”, sostiene en un episodio de su podcast ‘Huberman Lab’.

La infusión milenaria está en su peak, pero no siempre tuvo buena fama. El profesor uruguayo y máster en Biotecnología Nelson Bracesco lo sabe de primera mano. Comenzó a investigar las propiedades de la yerba mate a fines del siglo pasado. En diálogo con El País recordó: “En aquel entonces se sabía que el vino tenía polifenoles, pero la yerba mate, pobrecita, era una bebida de países en vías de desarrollo… No se sabía nada y parecía que no interesaba. Solo teníamos presente lo malo: que podía producir cáncer de esófago y que perjudicaba el sueño si se tomaba de noche”.

El primer paso de Bracesco y su equipo consistió en conocer los componentes de la yerba mate. Encontraron polifenoles, vitaminas y minerales: “La infusión de yerba mate tiene prácticamente los mismos contenidos —por supuesto, en distinta cantidad y calidad— que los vegetales”.

Y agregó: “Claro que no sustituiremos los vegetales por tomar más mate. Pero ahora sabemos que esta bebida tiene complementos que, si bien no solucionan problemas, mejoran la respuesta antioxidante y contribuyen a la salud”.

El consumo per cápita de yerba mate en Uruguay es el más grande del mundo.
Hombre en la Rambla de Montevideo tomando mate.
Foto: Fernando Pena, Archivo El País.

El mate: un alimento con beneficios

Para la nutricionista Lorena Balerio, al referirnos al mate “deberíamos hablar más de un alimento que de una simple bebida”. Esto es así porque “aporta vitaminas B1, B2, más de 10 tipos de aminoácidos, sodio y potasio”, entre otros nutrientes, y tiene un “mayor poder antioxidante que el jugo de naranja, el té verde y el té negro”.

No obstante, cabe aclarar que un desayuno o una merienda no puede ser solamente tomar unos mates. Lo ideal —según Balerio— es incluir lácteos, cereales, frutas y grasas (con las debidas salvedades en el caso de los veganos). “Un error muy común es no merendar y solo tomar mate en el correr de la tarde, llegando con más apetito a la hora de la cena”, señaló.

Bracesco —que coordina el núcleo interdisciplinario de yerba mate y salud de la Udelar— mencionó que el mate aumenta el tránsito intestinal y la diuresis. En la misma línea, Balerio explicó que esta infusión activa la función renal; primero, por el efecto diurético, y segundo porque los antioxidantes y el agua ayudan a la formación de materia.

Los mitos: mate, sueño y cáncer

“El mejor momento del día para tomar mate es cuando a uno le guste”, sostuvo Bracesco. Durante mucho tiempo persistió el mito de que el mate impide conciliar el sueño si se toma de noche, pero lo cierto es que el efecto de la cafeína no es igual en todas las personas y, además, no es lo mismo obtenerla del café que del mate: “El mate se toma de a poco y/o se comparte con otros”.

Por su parte, Balerio afirmó que si bien el mate tiene cafeína, ésta afecta el tejido muscular y no tanto el sistema nervioso central, como sucede con el café. “Nos ayuda a mantener la concentración, pero no impide conciliar el sueño”, aclaró y añadió que “la cantidad de cafeína del café duplica a la del mate”. Dicho esto, hay que seguir las indicaciones del médico tratante; incluso si eso implica alejarse de esta infusión.

Otro mito tiene que ver con el mate y el cáncer de esófago. La creencia de que el mate es cancerígeno tuvo vigencia hasta 2016, indicó Bracesco. Hoy se sabe que el problema es el agua hirviendo: “La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer concluyó que el mate consumido por debajo de los 70 grados no produce cáncer”.

Tomar mate
Jóvenes conversan mientras toman mate.
Foto: Freepik.
EL PODER DEL MATE

Ir más a fondo con la investigación sobre el mate

Este año, el equipo de Bracesco dará “un salto” en la investigación sobre la yerba mate. Ganaron un fondo de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Udelar para estudiar, entre otras cosas, en qué medida tomar mate aumenta la capacidad antioxidante a nivel bucal y el efecto que tiene en la reparación del ADN y la respuesta del cuerpo a la inflamación.

“Gracias a estudios que hicimos con colegas de la Universidad de Tulane —de New Orleans, Estados Unidos—, tenemos evidencia de que, más allá del efecto antioxidante probado, el mate disminuye o apaga ciertos genes vinculados a la inflamación”, resaltó el médico.

El proyecto comenzará en marzo o abril y se desarrollará durante dos años. “La idea es no quedarnos con ‘qué lindo, es antioxidante’, sino ir más a fondo. Es algo que consume la mayoría de los uruguayos, así que profundizar la investigación tiene gran relevancia para la salud de la población”, finalizó.

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