Unicef Uruguay promueve un recetario con sugerencias fáciles de hacer que procura fomentar hábitos nutritivos saludables en los más chicos. La iniciativa que también impulsa la costumbre de cocinar en casa puede descargarse de su página web. El recetario que está en la web de Unicef Uruguay forma parte de la campaña Cocinales hoy, es para siempre, que se realiza desde 2019.
En el documento que enseña a preparar alrededor de 25 platos, hay una fuerte presencia de frutas y verduras. Sin embargo, no faltan preparaciones clásicas como hamburguesas, ñoquis, milanesas de pescado o guiso de lentejas.
Prioridades
Hay varios “enemigos” de una buena alimentación. Dos de ellos son los alimentos ultraprocesados y la costumbre de acudir al delivery. Aquellos snacks que a veces sustituyen a una comida saludable, tienen cantidades perjudiciales de azúcares o sal, además de que suman una serie de componentes químicos y conservantes que son la antítesis de lo natural.
La comodidad de mandar un mensaje por una aplicación para que la cena aparezca pronta en la puerta de casa un rato después, a veces es casi irresistible. En ese momento es clave -y quizá de gran ayuda- tener a mano un menú saludable y de fácil ejecución con ideas y cómo hacerlas paso a paso.
Aunque no siempre puede evitarse recurrir a un snack o una cena por delivery, tampoco es imposible priorizar ciertas costumbres en torno a la alimentación. En particular porque la comida pedida o preparada para consumir, y los ultraprocesados, puede impactar desfavorablemente sobre algunos aspectos de nuestra salud, ni que hablar en la de los niños.
El recetario de Unicef Uruguay es parte de una campaña de concientización para contribuir a estimular costumbres alimenticias más saludables y -tal vez podría decirse también- menos consumistas.
Con un alto poder persuavivo, los alimentos procesados parecen estar en todas partes, todo el tiempo, lo cual puede contribuir a algo que es mucho más común ahora en comparación con décadas atrás: comer todo el tiempo, y en todo lugar.
Esta es una de las razones que Unicef Uruguay identifica como una de las causas tras el importante incremento de obesidad infantil registrado en los últimos años. En un relevamiento realizado por la organización, se constató que “en Uruguay, el sobrepeso en niños y niñas en edad escolar pasó del 25% en 2004, al 43 % en 2018”.
Además, ocurren otros fenómenos asociados a la alimentación. Hoy es más frecuente comer (o “picar”) fuera de los horarios convencionalmente establecidos -desayuno, almuerzo, merienda y cena- y este cambio también contribuye al aumento de la obesidad. “El exceso de consumo de productos ultraprocesados, envasados o listos para consumir” y “la falta de hábito de cocinar en casa” son otros grandes responsables de la alimentación actual.
Respecto a esto último y desde lo estrictamente nutritivo, la campaña remarca que cuando se cocina en casa:
-Uno sabe lo que está comiendo.
-Decide los ingredientes y las formas de cocción.
-Ejerce el control sobre la cantidad de sal, azúcar y grasa que le quiere agregar a cada uno de los platos.
-Por lo general, cocina sin colorantes, conservantes u otras sustancias artificiales.
Pero además de los beneficios nutritivos, hay un componente sociocultural en el hecho de cocinar en casa -a veces, colectivamente- que tiene una incidencia clave sobre los vínculos familiares, la formación del gusto culinario, la socialización y la formación de la sensación de pertenencia a una cultura, una tradición y una historia.
No es ninguna casualidad que aquellos que por una razón u otra migran y se radican en otros lugares, con otras costumbres y culturas, recurran muchas veces a preparar algún plato del país que dejaron atrás. Y muy a menudo, ese acto de cocinar para recordar de dónde venimos se hace colectivamente, sea con otros integrantes de la misma familia o con compatriotas que están en al misma situación. Basta con preguntarle a aquellos parientes y amigos que en algún momento se fueron de Uruguay y se asentaron en Australia, Estados Unidos, Noruega o Francia.
En esos actos colectivos de preparar un pedazo de carne que haga de asado, hacer tortas fritas o cocinar un puchero está la idea de reconectar tanto con la antigua patria y, en el caso que eso haya sido así, las comidas familiares de la infancia.
El pescado, un aliado de la buena alimentación
Entre las 25 recetas que propuestas en el documento elaborado por Unicef Uruguay hay varios platos elaborados a partir del pescado: milanesas, croquetas y también rollitos de pescado con ricota y perejil. Esta última receta solo requiere de cuatro ingredientes: bifes de pescado fresco (4), perejil picado (una cucharada), ricota (ocho cucharadas) y aceite (una cucharada). Primero se mezcla bien la ricota con el perejil. Luego se le unta esa pasta a los bifes, se los enrolla y se los ata a un mondadientes. Se llevan al horno en una asadera aceitada y cuando la carne de pescado esté del mismo color que la nieve, se deja enfriar y se come. Buena parte de las recetas son así de sencillas, con lo cual no le resultará una tarea demasiado exigente a los niños que participen de la cocina.