Cheesecake con mermelada de frutos rojos, una receta fácil y que además no necesita horno

Un instructivo para lograr un postre suntuoso que está entre los más populares del mundo.

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Cheesecake con mermelada de frutos rojos, frutillas y frambuesas.
Imagen generada por inteligencia artificial.

Redacción El País
La cheesecake o tarta de queso es uno de los postres más populares del mundo, gracias a su contraste entre la suave acidez del queso crema y la dulzura de su base. La versión con frutos rojos es un clásico que nunca falla, ideal para impresionar en cualquier ocasión.

Contra lo que muchos piensan, preparar una cheesecake con textura cremosa y un sabor profesional no requiere de habilidades de experto. El secreto está en la técnica de mezclado y, sobre todo, en el tiempo de refrigeración, ya que esta es una receta sin horno. La preparación activa es de solo 30 minutos, pero respetar el enfriado es crucial para la consistencia ideal.

Ingredientes (molde de 20-22 cm)

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Cheesecake de frutos rojos.
Foto: Unsplash.

Para la base:

· 200 g de galletas dulces

· 100 g de manteca derretida

Para el relleno cremoso:

· 500 g de queso crema (a temperatura ambiente)

· 200 ml de crema doble (para batir)

· 100 g de azúcar

· 1 cucharadita de esencia de vainilla

· 1 sobre de gelatina sin sabor

· 50 ml de agua fría (para la gelatina)

Para la mermelada de frutos rojos:

· 200 g de frutos rojos (frescos o congelados)

· 2 cucharadas de azúcar

· El jugo de medio limón

Receta paso a paso

1. Preparar la base de galletas
Triturá las galletas dulces hasta que queden como un polvo grueso. Mezclalas con la mantequilla derretida hasta integrar por completo. Vertí esta mezcla en el fondo de un molde desmontable, presionando con firmeza para formar una base compacta y uniforme. Llevá la base a la heladera para que se afirme.

2. Elaborar el relleno cremoso (el secreto de la textura)
Hidratá el sobre de gelatina sin sabor en los 50 ml de agua fría durante 5 minutos. Luego, disolvela por completo calentándola suavemente (a baño María o en el microondas durante pocos segundos). En un bol grande, batí el queso crema con el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una crema lisa y sin grumos.

En otro recipiente, batí la crema doble hasta que espume ligeramente (punto medio). Incorporá la crema batida a la mezcla de queso con movimientos envolventes para no bajarla. Finalmente, agregá la gelatina disuelta y mezclala con suavidad hasta que esté perfectamente integrada.

3. Ensamblar y refrigerar
Vertí el relleno de cheesecake sobre la base de galletas que tenías en la heladera. Alisá la superficie con una espátula y llevá el molde nuevamente a la heladera. ¡El reposo es fundamental!

4. Preparar la salsa de frutos rojos
Para la cobertura, colocá los frutos rojos, las dos cucharadas de azúcar y el jugo de limón en una cacerola. Cocina a fuego suave durante 5-7 minutos, revolviendo, hasta que los frutos se ablanden y suelten sus jugos, formando una salsa. Retirá del fuego y deja que se enfríe por completo.

5. El paso final: el reposo para la textura perfecta
Para lograr la textura firme y cremosa característica de una buena cheesecake, esta debe reposar en la heladera por un mínimo de 4 horas. Lo ideal, para mejores resultados, es dejarlo toda la noche.

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Cheesecake con frutos rojos.
Foto: Pickpik.

Una vez cuajado, desmoldá con cuidado, cubrí con la salsa de frutos rojos fría y ¡listo! Tu postre casero y delicioso está listo para servir.

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