Chau al café solo: nuevo estudio revela por qué mezclar el café con leche puede ser más saludable

Para los puristas del café, la creencia era que la leche arruinaba la bebida. Sin embargo, una nueva investigación desafía esta idea y muestra un beneficio inesperado.

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Café con leche.
Imagen generada por la inteligencia artificial Gemini.

Redacción El País
La eterna discusión entre quienes defienden el consumo de café negro y quienes prefieren suavizarlo con leche (ya sea en forma de capuchino, macchiato o cortado) siempre se centró en el sabor o en la tolerancia gástrica.

Ahora, la ciencia ha comenzado a ofrecer una visión mucho más matizada, revelando que combinar ambos ingredientes podría tener un efecto positivo y más saludable de lo que se creía. Investigaciones recientes han puesto en duda la creencia de que el café solo es siempre la mejor opción para aprovechar sus propiedades.

El hallazgo clave: café con leche como escudo antiinflamatorio

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Un cortado.
Foto: Alfonso Salgueiro Lora/Commons.

Uno de los hallazgos más relevantes surgió en 2023, gracias a un equipo de la Universidad de Copenhague. El estudio demostró, a nivel preclínico, que existe una interacción química beneficiosa cuando se mezclan estos dos elementos:

Al unirse los polifenoles (los antioxidantes presentes en el café) con las proteínas de la leche, se incrementa la respuesta antiinflamatoria de las células inmunitarias.

Esto sugiere que la combinación no solo no es perjudicial, sino que en ciertos contextos podría potenciar efectos beneficiosos en comparación con la ingesta del café negro. Esta sinergia entre el antioxidante del grano y los nutrientes lácteos abre una nueva perspectiva sobre cómo esta bebida popular impacta en la salud celular.

La otra cara de la moneda: ¿afecta la absorción de nutrientes?

A pesar de los hallazgos positivos sobre la inflamación, existen matices que deben considerarse. Otros estudios han observado que añadir leche podría reducir la biodisponibilidad de ciertas moléculas clave del café, como los aminoácidos clorogénicos.

Lo que ocurre es que las proteínas lácteas tienden a unirse a estos compuestos, alterando su absorción en el organismo.

En resumen: Si su objetivo principal es la absorción pura e inmediata de polifenoles a corto plazo, la versión negra podría seguir siendo más eficiente.

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Foto: Pxhere.

Precaución especial: el consumo y la absorción de hierro

El consumo de café requiere atención en personas con deficiencia de hierro o riesgo de padecerla. El café puede reducir la absorción de hierro de las comidas en aproximadamente un 39%.

Cuando se añade leche, el calcio presente en el lácteo también puede actuar como un inhibidor de la absorción de este mineral (especialmente del hierro de origen vegetal).

Recomendación clave: Para estos casos, se aconseja evitar tomar café (con o sin leche) cerca de las comidas principales.

En conclusión: no es un error nutricional

Es importante aclarar que la cantidad de cafeína no varía por el hecho de añadir leche. Las directrices europeas señalan que una ingesta de hasta 400 mg diarios (entre 3 y 5 tazas, según la preparación) suele ser segura para adultos sanos.

En definitiva, optar por un café con leche no es un error nutricional. Si se busca mejorar la tolerancia gástrica y el disfrute diario, las bebidas lácteas o vegetales son una excelente alternativa que no anula las virtudes del grano, y que, gracias al nuevo estudio de Copenhague, podría incluso aportar beneficios antiinflamatorios específicos.

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Cafetería.
Foto: Commons.

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