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Los científicos tienen una buena idea de los alimentos que deben evitarse para reducir el riesgo de cáncer: carnes rojas, alimentos procesados, alcohol y bebidas azucaradas. Pero, según la investigadora de prevención del cáncer en el Centro de Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Johanna Lampe, saber qué comer no siempre es fácil.
"Muchos estudios de nutrición dependen de que las personas recuerden con precisión lo que consumieron hasta un año atrás, y es complicado entender cómo los alimentos individuales pueden influir en la salud cuando forman parte de una dieta más amplia. El estilo de vida, el entorno, las hormonas y los genes también deben tenerse en cuenta", explica.
Según el vicepresidente de investigación en el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer en Washington, Nigel Brockton, ningún alimento aislado puede prevenir el cáncer por sí solo, pero seguir una dieta saludable puede ayudar.
Los cinco alimentos que disminuyen el riesgo de tumores
1. Brócoli
Según la investigadora Johanna Lampe, las verduras crucíferas, como el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor y el repollo, son ricas en isotiocianatos. Estos compuestos vegetales ayudan a las células a eliminar toxinas y a repararse, lo cual es crucial para la prevención del cáncer.
"Por ejemplo, los brotes de brócoli son ricos en isotiocianato sulforafano, que impulsa las defensas naturales del cuerpo contra el daño diario en las células. El compuesto se ha asociado con la protección contra varios tipos de cáncer, incluidos el de próstata, mama, vejiga y colorrectal", agrega.
Las investigaciones sugieren que consumir más de cuatro o cinco porciones de verduras crucíferas por semana promueve la reducción del riesgo de cáncer y otras condiciones crónicas.
2. Tomates
Durante mucho tiempo, estudios han vinculado los tomates con un riesgo reducido de cáncer de próstata, debido a sus abundantes reservas de licopeno: un antioxidante que le confiere a los tomates su color rojo. Pero, según la profesora asistente de nutrición en el Baylor College of Medicine, Nancy Moran, el licopeno puede ser solo uno de los muchos compuestos que ayudan a defender el organismo contra el cáncer de próstata, mama, pulmón y colorrectal.
"Procesar los tomates, como cortarlos o cocinarlos, ayuda en la absorción del licopeno, que es más fácil que cuando los comemos crudos. Consumirlos con grasa también ayuda. Comer los tomates cocidos, como en una salsa o con una grasa saludable como el aceite de oliva, puede aumentar los beneficios para la salud que obtenemos", detalla.
3. Granos enteros

Los granos enteros son ricos en fibra, vitaminas, minerales y compuestos vegetales, que juntos pueden reducir el riesgo de cáncer. Según un estudio publicado en 2020 por el Cancer Research UK, las reducciones de riesgo para las grandes ingestas de granos enteros variaron entre el 5% y el 12%. En un análisis general, el consumo de 30g por día de granos enteros se asoció con un riesgo un 7% menor de mortalidad por cáncer.
Según el Instituto Estadounidense de Investigación del Cáncer, hay evidencia sólida de que consumir al menos tres porciones de alimentos integrales al día reduce el riesgo de cáncer de colon o recto. Se recomienda cambiar los alimentos cotidianos, como pan, pasta o arroz, por alternativas integrales.
4. Frutas rojas

Frutas como frutillas, arándanos, arándanos rojos, granadas y moras son ricas en antioxidantes que ayudan a proteger las células del estrés y el daño en el ADN, que pueden aumentar el riesgo de cáncer.
"Compuestos vegetales llamados antocianinas dan a las frutas rojas sus colores vibrantes y su capacidad antiinflamatoria. Reducir la inflamación es importante, porque es un gran impulsor del cáncer", afirma Brockton.
La profesora de nutrición clínica en la Universidad de Maine, Dorothy Klimis-Zacas, explica que un número creciente de evidencia sugiere que ciertos compuestos en las frutas rojas pueden ayudar a reducir la capacidad del cáncer para desarrollarse, crecer y multiplicarse.
"Para obtener los mayores beneficios antiinflamatorios, el objetivo es consumir alrededor de media a una taza de frutas rojas frescas o congeladas (idealmente orgánicas) por día", indica Dorothy.
5. Uvas

Las uvas de tonalidad roja presentan en su cáscara una gran concentración de una sustancia llamada resveratrol. Estudios muestran que este compuesto tiene el potencial de prevenir el inicio del cáncer en el seno, hígado, estómago y sistema linfático.
Según una nueva investigación publicada en la revista Science Translational Medicine, el jugo de uva roja es más eficaz en dosis más bajas en la prevención del cáncer de intestino en ratones que en dosis altas. Un estudio publicado el año pasado también sugiere que el resveratrol ha demostrado tener actividad anticancerígena, convirtiéndose en una alternativa para el tratamiento y prevención de varios tipos de cáncer.
"Esta investigación no significa que beber una copa de vino tinto reduzca el riesgo de cáncer, porque no puedes separar el resveratrol del alcohol. El aumento del riesgo de cáncer asociado con el alcohol supera cualquier posible beneficio del resveratrol", advierte Julie Sharp, jefa de Información de Salud del Instituto Británico Cancer Research UK.
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