Café frío con naranja: una combinación cítrica y energizante que gana terreno entre los amantes del café

Redacción El País
El café, emblema de la cultura latinoamericana y protagonista de tantas rutinas, sigue reinventándose. En los últimos años, las preparaciones frías y con ingredientes poco habituales —como frutas o especias— vienen ganando espacio entre quienes buscan nuevas experiencias de sabor. Una de las más originales es la mezcla del café con jugo de naranja, una combinación que equilibra la intensidad del grano con el frescor cítrico de la fruta.

Según datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, el 96% de los colombianos consume café al menos una vez por semana. Y aunque el tinto o el espresso siguen siendo los preferidos, cada vez más personas se animan a probar versiones más refrescantes, ideales para el verano o para quienes disfrutan del café sin tanto calor.

Preparar esta bebida en casa no requiere experiencia barista. Solo se necesitan 30 gramos de café en grano, 50 mililitros de agua caliente, 250 mililitros de agua fría y un cuarto de taza de jugo de naranja natural.

El primer paso es moler el café en grano con una molienda gruesa, ideal para usar en prensa francesa. Se colocan los granos molidos, se agrega el agua caliente y se deja reposar cinco minutos. Luego se añade el agua fría, se cubre sin presionar el émbolo y se deja reposar en la heladera durante unas 12 horas.

Al momento de servir, se mezcla en partes iguales el café frío con el jugo de naranja y se añade hielo. El resultado es una bebida de sabor intenso, aroma envolvente y final cítrico, que potencia los matices naturales del café.

Foto: Eastwardcoffee.

Además de su atractivo sabor, esta fusión ofrece beneficios que la vuelven aún más interesante. La vitamina C de la naranja se combina con la cafeína del café, creando un cóctel natural de energía y antioxidantes. Es ideal para quienes buscan un estímulo físico y mental sin recurrir a bebidas azucaradas o energizantes artificiales.

La mezcla también ayuda a refrescar el paladar y a romper con la idea de que el café solo se disfruta con leche o azúcar. El toque cítrico realza los aromas del grano y permite una experiencia más ligera, perfecta para los días calurosos o para acompañar una tarde de trabajo.

Foto: Commons.

Aunque suele servirse fría, esta receta admite versiones templadas para el invierno. El contraste entre la acidez de la naranja y el amargor del café ofrece una bebida equilibrada, elegante y con un perfil aromático distinto a todo lo conocido.

Con pocos ingredientes, un poco de paciencia y la curiosidad de probar algo nuevo, el café frío con naranja se convierte en una opción distinta, llena de energía y sabor. Una forma simple de disfrutar lo cotidiano desde otro ángulo.

En base a El Tiempo/GDA