Redacción El País
La hiperplasia prostática benigna (HPB), comúnmente conocida como agrandamiento de la próstata, es una condición que afecta a aproximadamente la mitad de los hombres que han alcanzado los 50 años de edad. Sin embargo, el estilo de vida juega un papel crucial en la gestión de los síntomas, que suelen incluir la necesidad imperiosa y frecuente de orinar.
Estudios han demostrado que un cambio en la dieta puede tener impactos significativos en la reducción de los síntomas de la HPB. Estas modificaciones incluyen:
- Limitar la ingesta de líquidos en horas previas a dormir o antes de compromisos largos, para disminuir la necesidad de ir al baño
- Disminuir el consumo de sustancias diuréticas como la cafeína y el alcohol, cuyo efecto incrementa la producción de orina
- Adoptar una dieta baja en grasas saturadas y enfocar la alimentación hacia el consumo de alimentos naturales
- Incrementar la ingesta de vegetales de varios tipos, los cuales aportan nutrientes esenciales para la salud general y de la próstata
- Incluir frutas diariamente, con hincapié en los cítricos, que son ricos en vitaminas y antioxidantes
El ejercicio regular de intensidad moderada a vigorosa es fundamental no sólo para la salud de la próstata, sino para el bienestar general. Ayuda a mantener un peso óptimo, lo que se ha relacionado con un mejor manejo de la HPB. Asimismo, puede mejorar directamente algunos síntomas al fortalecer los músculos de la pelvis.
La investigación es ambivalente en cuanto a la relación entre la ingesta de proteínas y el riesgo de desarrollar HPB. Estudios apuntan a un mayor riesgo asociado con el consumo elevado de carne roja, mientras que otros sugieren un efecto protector de las proteínas, principalmente aquellas derivadas del pescado.
Suplementos y terapias herbales tales como la palma enana americana, el licopeno y el beta-sitosterol han mostrado resultados dispares. Ante la gran variedad de estos productos y su diversidad de efectos, es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento suplementario.
La adopción de hábitos más saludables no tan sólo es relevante para combatir la HPB, sino que también promueve la reducción del riesgo de padecer otras patologías crónicas como la disfunción eréctil, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, por lo que también se recomienda para aprovechar estos beneficios.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.