O Globo - GDA
Cuando estamos tristes o hemos tenido un mal día, ¿qué prefieren las personas de un amigo, un hombro amigo o chocolate? La respuesta apunta a la segunda opción, según un estudio de la escuela de negocios canadiense HEC Montreal, la Universidad Estatal de Nueva York-Albany y la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
El experimento se realizó con más de 3.600 personas y descubrió que un regalo dulce brinda más apoyo en momentos difíciles que una escucha atenta. Esto ocurre porque los regalos se perciben como un "sacrificio" mayor, ya que están más centrados en beneficiar a quien los recibe que a quien los da.
Los científicos pidieron a las personas imaginar que alguien había chocado su coche y que contactaron a un amigo para obtener apoyo. Aquellos a quienes se les dijo que el amigo no estaba disponible para hablar, pero que enviaría un regalo, se sintieron mejor que aquellos a quienes se les informó que el amigo llamaría.
En otro experimento, se pidió a personas en pareja que les dijeran a sus mejores amigos que necesitaban apoyo emocional. Aquellos que recibieron un chocolate dijeron que se sintieron mejor y percibieron que el amigo hizo un mayor sacrificio que aquellos que tuvieron una conversación.
"Cuando las personas piensan en sacrificio, tienen en cuenta los motivos de quien lo hace. En el caso de una conversación, suponen que el motivo del apoyo es beneficiar a ambas partes. Cuando se trata de regalos, quien recibe el apoyo asume que la motivación es más altruista: que el sacrificio es solo para beneficiar al destinatario”, afirma Holly Howe, investigadora principal.
Howe también afirma que el tamaño del regalo no importa. "No importa qué des, ni cuánto costó, lo que importa es que el destinatario sepa que pensaste en él y que dedicaste tiempo y esfuerzo para enviar algo, aunque eso no te haya beneficiado en absoluto", dice.