La crisis de salud mental entre niños y adolescentes en todo el mundo ha alcanzado un punto crítico debido a la "expansión descontrolada" de las redes sociales, según un informe del grupo de derechos infantiles KidsRight, publicado este miércoles. Investigaciones de la organización con sede en Ámsterdam y de la Universidad Erasmus de Róterdam muestran que uno de cada siete jóvenes entre 10 y 19 años sufre algún tipo de problema de salud mental.
"El informe de este año es una alerta que ya no podemos ignorar", dijo Marc Dullaert, fundador y presidente de KidsRights, en un comunicado. "La crisis de salud mental entre nuestros niños ha alcanzado un punto crítico, exacerbada por la expansión descontrolada de las redes sociales, que prioriza el uso en detrimento de la seguridad", afirmó.
El Índice KidsRight es un informe anual producido por esta fundación, que evalúa el nivel de cumplimiento de 194 países con los derechos infantiles y cuánto se esfuerzan por mejorarlos. En su informe de 2025, KidsRights identifica una "correlación preocupante" entre el deterioro de la salud mental infantil y lo que describe como uso "problemático" de las redes sociales, es decir, el uso adictivo que interrumpe la vida diaria del usuario.
También observó una correlación entre el consumo excesivo de contenido en línea y los intentos de suicidio. La tasa global de suicidio es de 6 por cada 100 mil entre adolescentes de 15 a 19 años, señala el documento, citando datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, el informe advirtió que restricciones amplias —como la decisión de Australia de prohibir el acceso a menores de 16 años a las redes sociales— tampoco son la mejor solución.
"Prohibiciones tan estrictas pueden infringir los derechos civiles y políticos de los niños", incluido el acceso a la información, indicó el Índice KidsRight.
El informe, por lo tanto, recomendó un enfoque más integral y diferenciado, que considere el acceso de los niños a contenido educativo y también evite su aislamiento. El documento señala que "los avances tecnológicos de los últimos años han abierto una caja de Pandora de desafíos y oportunidades".
Entre estas últimas, destacó el acceso a la información, pero en la lista de desafíos incluyó la exposición de los niños al acoso, la violencia psicológica, la explotación sexual, la violencia de género y la desinformación.