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¿Por qué muchas mujeres todavía se sienten culpables por el éxito profesional y personal?

Establecer límites en el trabajo, decir no a una amiga o salir de una relación frustrada son actitudes que todavía provocan la sensación de que algo está mal.

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¿Culpa por ser exitosa?
Foto: Royalty Free.

Laura Mariano, O Globo - GDA
"Jamás presumir. Jamás ser egoísta. Jamás fallar. Jamás mostrar miedo. Jamás cruzar la línea. No solo haces todo mal, sino que todo siempre es culpa tuya". En un monólogo de la reciente película Barbie(2023), el personaje Gloria (America Ferrera) habla sobre una carga que suena familiar para muchas mujeres.

"No me veo diferente de la película. Siento que debo complacer a todos, constantemente. Desde niña, me resulta difícil decir "esto no me hace bien" sin sonar egoísta. Es una lucha diaria priorizarme", dice Mell, una estudiante de 19 años sobre cómo la presión social dificulta poner sus deseos en primer plano.

Siguiendo el tema presentado en la película, la autocrítica al priorizarse en la vida cotidiana ha sido discutida por mujeres en redes sociales, terapias y charlas. Salir de una relación frustrada, evitar una amistad tóxica, negar ayuda a un familiar eran actitudes impensables hace algunos años. Hoy en día se han vuelto más comunes, pero el sentimiento de que algo está mal todavía es frecuente.

A los 23 años, Victoria tiene dificultades para cuidar de sí misma —no cuando se trata de vanidad, ya que aprendió a resignificar este acto de amor—, pero necesita abordar en terapia el "no querer" en momentos determinados.

"Mi novio y yo no tenemos planes de tener hijos. Pero cada vez que me preguntan al respecto, no puedo dar una respuesta negativa porque sé que eso desconcierta a los demás", relata. "Cuando se trata de amistad, empeora. Tengo una amiga que le gusta estar siempre cerca, mientras que yo soy alguien a quien le gusta tener mi espacio. A veces quiero decir "hoy quiero estar sola", pero no puedo, me siento culpable, pienso '¿no se sentirá mal ella?'".

Para Victoria, la mayor dificultad para decir "no" está relacionada con el trabajo. Como profesional en el campo de las relaciones públicas, desde la pandemia se ha sentido abrumada por las demandas laborales. Poco a poco, se dio cuenta de que decir "no" sonaba como incompetencia. Comenzó a tomar medidas como apagar el teléfono y no revisar el correo electrónico durante el fin de semana para protegerse de los estímulos fuera del horario laboral.

El tema es objeto de investigación de la psicóloga y líder del Grupo de Investigación Género y Diversidad de la Universidad Estatal de Río Grande do Sul, Martha Narvaz. En su tesis, afirma que socialmente a las mujeres se les enseñó a complacer a las personas. Entre sus pacientes atendidas y estudiadas, la mayoría se siente culpable por ponerse a sí mismas en primer lugar al tomar una decisión. "Perpetuar esta idea es reducir nuestro autocuidado a nada y nos hace sentir culpables cada vez que hacemos algo solo por nosotros, cuando en realidad esto nos trae la maravilla de ser protagonistas de nuestras propias vidas", agrega la psicóloga.

Culpa

Dentro de la gama de sentimientos humanos, la culpa es uno de los más complejos. En esencia, implica creencias morales en las que las personas creen que sus acciones o inacciones contribuyeron a resultados negativos.

Un estudio de 2022 liderado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de la Salud de Erfurt, en Alemania, mostró que el riesgo de que una persona con depresión experimente sentimientos de culpa es cuatro veces mayor en comparación con personas sin el trastorno.

En Brasil, una de cada cinco mujeres presenta trastornos mentales comunes (TMC), y la tasa de depresión es, en promedio, más del doble que en los hombres. Estos datos provienen del Instituto Cactus y fueron revelados en el informe "Alerta Amarelo" en septiembre pasado. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, se consideran síntomas depresivos, estados de ansiedad, irritabilidad, insomnio y dificultad para la memoria, por ejemplo.

Renan Rocha, médico especializado en psiquiatría de la mujer, afirma que existen peculiaridades diagnósticas y terapéuticas cuando las mujeres presentan un trastorno psiquiátrico, a menudo debido a la carga emocional y física que se les impone, al funcionamiento del cerebro femenino y a la influencia de factores genéticos, endocrinos y ambientales. Según el psiquiatra, algunos trastornos ocurren con más frecuencia en las mujeres, como la depresión misma, la ansiedad, el pánico, algunos trastornos alimentarios y la enfermedad de Alzheimer.

Entre las posibles causas de esta mayor prevalencia en las mujeres, destaca la influencia hormonal femenina en los sistemas de neurotransmisores, especialmente el serotoninérgico. La historia de las relaciones familiares, la herencia cultural y los momentos significativos y posiblemente traumáticos en la vida de la mujer también pueden ser factores determinantes para el desarrollo de síntomas y trastornos psiquiátricos.

— Cuando una mujer establece sus propios límites, que son saludables según su realidad, estas nuevas ideas y valores pueden chocar con ideales anteriores, que a menudo están relacionados con la historia familiar, la herencia cultural y los momentos significativos en la vida de esa mujer — afirma Rocha. — Este contraste entre los nuevos pensamientos y las ideas antiguas probablemente genere conflictos que pueden despertar la autocrítica, el sentimiento de culpa y la vergüenza.

Mucho más allá de la estética

Martha Narvaz afirma que el autocuidado no se limita solo al "skincare" (cuidado de la piel). Recomienda poner en práctica acciones que no sean necesariamente placenteras y mantener compromisos consigo mismo. Por ejemplo, practicar actividad física: antes de que se convierta en un hábito placentero, tendrás que esforzarte en días en los que no haya ninguna voluntad.

Como primer paso para establecer una rutina de autocuidado sin la presencia de culpa ni autocrítica, los profesionales señalan que el autoaceptación y la autocompasión necesitan ser fortalecidos. "Después de mucho tiempo de terapia y paciencia conmigo misma, puedo establecer límites en mis relaciones. La mayor dificultad todavía parece ser el trabajo, pero ya puedo dejar caer algunas tareas sin que me perjudique. Es un ejercicio diario de autoconocimiento", concluye Victoria.

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