Laura Espinoza Busato, El Comercio - GDA
¿Te sientes triste o decaído la mayor parte del día o te encuentras con falta de interés en las actividades diarias que realizás? Pues bien, hay que estar alerta, debido a que eso puede ser un síntoma de la distimia, trastorno psicológico que puede confundirse con la depresión, pero en realidad son totalmente diferentes.
Conversamos con el psicólogo, Jean Pajuelo, sobre este problema que no podemos dejar pasar.
Según el experto, la distimia es un trastorno del estado de ánimo recurrente, ahora llamado depresión persistente. “Los síntomas de la distimia pueden persistir por lo menos durante dos años y puede ser que haya algún momento en el que estos se disminuyan o que no aparezcan, pero vuelven luego de dos meses”, comenta.
Los síntomas principales son:
- Estado de ánimo decaído.
- Tristeza y melancolía.
- Sin ánimo para actividades. Las hace, pero con poca motivación.
- Siempre se muestra pesimista.
- Puede que empiece a hacer alguna actividad con ánimo, sin embargo, cuando vuelve la tristeza lo abandona.
“Muchas veces se pueden confundir con la forma de ser de las personas por los síntomas leves que presenta”, asegura.
En la distimia es muy común que se abandonen las actividades que se solían hacer, sin embargo, podría suceder que la persona luego las recupere cuando se sienta motivada. Este es uno de sus diferenciales frente a la depresión mayor, en donde se abandonan las actividades en su totalidad. El experto recomienda buscar algo que brinde nuevamente ese sentimiento de felicidad.
“El darle valor a sus cualidades personales entra en juego también en el abandono de ciertas actividades, ya que no se siente capaz o piensa que le va a ir mal, pues llega a huir de la situación”, afirma.
¿Cómo podemos tratar la distimia?
Este trastorno no tiene una causa específica, y aún no se ha definido qué lo causa o en qué momentos muestra su aparición.
“Son diversos factores que van desde la crianza. Hay factores genéticos también en los padres, de repente pudieron haber tenido depresión de manera recurrente y si eso sucede, es probable que tu también lo tengas”, dice.
Pajuelo sugiere dos maneras para tratar la distimia:
La parte neuroquímica
La persona que padece distimia es atendida por un psiquiatra que le prescribe una serie de fármacos que van a permitir el balance del estado de ánimo y que recupere la sensación de satisfacción mediante la dopamina.
La psicoterapia
La psicoterapia que está enfocada en la activación conductual funciona como un acompañamiento. Es decir, ayuda al paciente en su día a día y a saber que a pesar de los momentos en los que se siente muy mal, tiene que continuar con sus actividades, porque si se abandona entonces va a ser muy complicado retomar y eso puede transformarse en una depresión mayor.
“Es muy común que el paciente se sienta tan triste que piense que nadie lo va a entender, ya que lo siente con demasiada intensidad, pero el psicoterapeuta lo motiva. Por ello, se deben expresar las emociones a penas las sientan, no a todos, sino a las personas mas cercanas de manera que esta carga emocional no llegue a acumularse y termine en un momento de explosión”, finaliza.