La complejidad de las tareas cotidianas son claves para alcanzar algunas metas que nos proponemos

22/10/2023, 03:30

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organización1.jpg — Saber planificar y ordenar prioridades es clave.

Ana Abbona*
Para poder cumplir con nuestros compromisos y responsabilidades diarias contamos con las funciones ejecutivas: un conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten controlar y regular nuestros pensamientos, emociones y acciones. Acá vamos a enumerar cuatro;

Control inhibitorio

La capacidad de inhibir o detener respuestas o impulsos automáticos, es el control inhibitorio. Esta habilidad nos ayuda a evitar tomar decisiones o actuar de forma impulsiva:

—Posponiendo recompensas inmediatas en favor de recompensas de mayor valor a largo plazo. Por ejemplo, cuando nos resistimos a comer un postre que sabemos que no es saludable, estamos ejerciendo el control inhibitorio.

—Controlando nuestras emociones y comportamientos. Por ejemplo, cuando nos enojamos, podemos inhibir la respuesta de gritar o insultar.

—Siguiendo instrucciones y cumpliendo con las normas. Por ejemplo, cuando estamos en clase, podemos inhibir la tentación de hablar con nuestros compañeros.

—Aprendiendo de nuestros errores. Por ejemplo, cuando cometemos un error, podemos inhibir la tendencia a repetirlo.

Flexibilidad cognitiva

La habilidad de cambiar de una tarea a otra y adaptarnos a nuevas situaciones, la que nos permite lidiar con el cambio y la incertidumbre, es la flexibilidad cognitiva:

—Adaptarnos a cambios inesperados. Por ejemplo, cuando tenemos que cambiar de plan por un imprevisto, podemos encontrar una solución alternativa.

—Resolver problemas complejos. A menudo, para resolver un problema, es necesario considerar diferentes enfoques o perspectivas.

—Aprender nuevas cosas. El mundo está constantemente cambiando, y la flexibilidad cognitiva nos permite adaptarnos a estos cambios.

—Ser creativos. La creatividad requiere la capacidad de pensar fuera de la caja y de encontrar nuevas soluciones a los problemas.

La flexibilidad cognitiva es una habilidad importante que nos ayuda a funcionar de manera eficaz en la vida cotidiana (aprendiendo a usar un nuevo aparato, adaptándonos a un nuevo trabajo o escuela y pensando nuevas ideas, por ejemplo).

Memoria de trabajo

La memoria de trabajo es un sistema cognitivo que mantiene información en nuestra mente durante un período breve de tiempo para poder gestionarla. Es una habilidad que interviene en procesos que implican seguir instrucciones, resolver problemas, aprender, hablar y pensar.

La memoria de trabajo es responsable del almacenamiento temporal de la información verbal, visual y espacial, así como de la coordinación de todos estos. Al mismo tiempo, es fuente de algunos disgustos ya que la echamos en falta cuando deseamos recordar dónde dejamos los anteojos o para qué fuimos a la cocina.

Cómo mejorar las funciones ejecutivas

Otras funciones ejecutivas que se consideran importantes incluyen:

—Organización. Es la capacidad de ordenar y estructurar la información (por ejemplo, cuando hacemos una lista de tareas pendientes).

—Planificación. Permite elaborar un plan para alcanzar un objetivo (como preparamos para un examen).

—Monitoreo. Es la habilidad de evaluar nuestros progresos y realizar ajustes cuando sea necesario.

Las funciones ejecutivas se desarrollan a lo largo de la infancia y la adolescencia. No obstante, también pueden verse afectadas por factores como el estrés, la falta de sueño o las lesiones cerebrales. Para conservar y mejorar las funciones los especialistas aconsejan:

—Realizar ejercicio físico regularmente, ya que puede ayudar a mejorar la concentración y la atención.

—Mantener horarios de descanso adecuado y conseguir un sueño de calidad.

—Seguir una dieta saludable, proporcionando al cerebro los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.

—Gestionar el estrés y la ansiedad para minimizar sus efectos negativos.

—Entrenar nuestro cerebro para mantenerlo activo y ágil.

Más allá de estos consejos, si creemos que podemos tener problemas de funciones ejecutivas, es importante hablar con nuestro médico.

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