Hombres inmaduros, que actúan como niños y no establecen vínculos estables: qué es el síndrome de Peter Pan

Psicólogo explica cuáles son los rasgos característicos de las personas con este síndrome y cómo puede afectar las relaciones de pareja y el entorno laboral.

Discusión pareja
Pareja discutiendo.
Foto: Freepik.

Redacción El País
El síndrome de Peter Pan (SPP) describe a adultos, especialmente hombres, con una notoria inmadurez emocional, laboral y en sus relaciones, acompañada por la evasión de responsabilidades y dificultades para establecer vínculos estables. Fue introducido en 1983 por el psicólogo Dan Kiley, quien observó patrones repetidos en hombres jóvenes que, a pesar de ser adultos, evitaban compromisos propios de esa etapa.

En su libro The Peter Pan Syndrome: Men who have never grown up (El síndrome de Peter Pan: hombres que nunca crecieron, en español), Kiley afirmó que, aunque no es una enfermedad que ponga en riesgo la vida, amenaza la salud mental y genera problemas en la sociedad. Indicó también que este tipo de comportamiento ha existido históricamente, pero se ha vuelto más frecuente debido a las presiones de la vida moderna.

El psicólogo resumió este comportamiento como una simulación de adultez con actitudes propias de niños malcriados, e identificó siete rasgos característicos:

  • Parálisis emocional: dificultad para expresar sentimientos, con apariencia de egoísmo o frialdad.
  • Procrastinación: postergan tareas y decisiones importantes, con actividad constante pero sin dirección.
  • Impotencia social: problemas para establecer lazos auténticos, búsqueda de aprobación externa y rechazo de la intimidad emocional.
  • Pensamiento mágico: evitan responsabilidades, culpan a otros por sus fracasos y pueden adoptar conductas evasivas como el consumo de sustancias.
  • Conflicto con la madre: oscilan entre la dependencia afectiva y el deseo de independencia.
  • Conflicto con el padre: idealización o rechazo de la figura paterna, con impacto en la relación con la autoridad.
  • Traba sexual: inmadurez afectiva que afecta la vida íntima, búsqueda de validación más que conexión emocional y temor a mujeres autónomas.

Si bien el SPP puede afectar también a mujeres, se presenta con mayor frecuencia en varones. La psicóloga Macarena Gavric Berrio atribuyó esto a factores culturales, donde históricamente se ha permitido a los hombres extender su adolescencia, mientras que a las mujeres se les exige madurez desde etapas tempranas.

Hombre preocupado
Hombre preocupado.
Foto: Freepik.

También mencionó que la sobreprotección materna puede dificultar el desarrollo de la autonomía y que la figura paterna ausente o autoritaria es común en muchos casos. Por su parte, la health coach Sol Candotti citó un informe de Harley Therapy que asocia el SPP con infancias marcadas por negligencia emocional o protección excesiva, lo que lleva a evitar el dolor del crecimiento mediante la evasión.

El SPP afecta principalmente en las relaciones de pareja y el entorno laboral. Gavric indicó que los vínculos suelen ser desequilibrados, con un miembro asumiendo un rol adulto y el otro adoptando una actitud infantil o evitativa. Candotti señaló que esto genera frustración, ya que una parte asume mayor carga emocional mientras la otra evita crecer.

En lo laboral, las personas con SPP pueden tener inestabilidad, rotación de empleos, rechazo a figuras de autoridad y dificultades para integrarse a equipos, lo que perjudica su autoestima y la posibilidad de construir un proyecto de vida.

Para Kiley, cuanto antes se reconozca el síndrome, más posibilidades hay de ayudar. Puede tratarse de alguien cercano, como un hijo, esposo, amigo o compañero de trabajo.

En base a información de La Nación/GDA

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