Redacción El País
Escuchar a alguien hablar mientras duerme puede resultar curioso o incluso inquietante, pero lo cierto es que esta conducta, conocida como somniloquia, no suele ser motivo de alarma. Según explican especialistas en neurología, se trata de una parasomnia, es decir, un fenómeno que ocurre durante el sueño y que en la mayoría de los casos es una variación normal del descanso, no una patología.
Las parasomnias son trastornos del despertar: estados en los que el cerebro se mantiene parcialmente activo mientras la persona sigue dormida. En ese punto intermedio entre el sueño y la vigilia, puede activarse el habla sin que haya una toma de conciencia.
Qué ocurre en el cerebro durante la somniloquia
Los episodios de hablar dormido pueden presentarse tanto en la fase REM, cuando soñamos, como en otras etapas del descanso. A veces son frases completas y comprensibles; otras, apenas murmullos o sonidos sin sentido. Llama la atención, dicen los expertos, que en muchos casos las oraciones sean gramaticalmente correctas e incluso con tono de conversación.
Algunos estudios han observado que el contenido de esas frases tiende a ser negativo o conflictivo, como si la persona estuviera discutiendo. Aunque la causa no está del todo clara, una de las hipótesis es que los sueños con carga emocional o estrés suelen generar ese tipo de expresiones.
Cuándo preocuparse y consultar al médico
Hablar dormido es una conducta frecuente, especialmente en la infancia: afecta a cerca del 20 % de los niños y al 5 % de los adultos. En general, los episodios son esporádicos y no alteran la calidad del descanso. La persona no recuerda haber hablado y su sueño suele ser reparador.
Sin embargo, cuando el episodio se vuelve más intenso —con gritos, llantos, movimientos bruscos o patadas— puede tratarse de otra parasomnia o coexistir con trastornos del sueño más complejos, como el trastorno de conducta durante el sueño REM o la apnea del sueño.
En esos casos, los neurólogos recomiendan realizar una evaluación médica para descartar alteraciones respiratorias o neurológicas. También se aconseja la consulta si se observan pausas en la respiración, sobresaltos o conductas violentas durante el sueño.
Factores que influyen
Si bien la somniloquia no es hereditaria, sí puede existir una predisposición genética. Se han identificado factores de riesgo compartidos entre familiares de primer grado, aunque no se ha comprobado que un solo gen sea responsable.
Además, el estrés y los días emocionalmente agitados pueden favorecer los episodios. Las experiencias intensas tienden a generar sueños más vívidos y con mayor carga emocional, lo que podría explicar su aparición ocasional.
Cómo mejorar la calidad del descanso
Cuando hablar dormido no genera malestar ni interrumpe el sueño, no requiere tratamiento. Aun así, una buena higiene del sueño puede reducir la frecuencia de las parasomnias y mejorar el descanso general. Los especialistas recomiendan:
- Dormir las horas suficientes cada noche.
- Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse.
- Evitar el consumo de alcohol, cafeína o energizantes en la tarde y la noche.
- Cenar liviano y temprano.
- Mantener un ambiente fresco, oscuro y silencioso para dormir.
- Reducir el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse.
En la mayoría de los casos, hablar dormido no representa un problema. Pero si los episodios se vuelven frecuentes o se acompañan de comportamientos violentos, lo mejor es consultar con un especialista en sueño. Un buen diagnóstico permite descartar otros trastornos y garantizar un descanso realmente reparador.
En base a El Tiempo/GDA