Estrategias de autoconocimiento: cómo mejorar nuestra vida a partir de la introspección

Muchas veces, pasamos gran parte de nuestra vida enfocándonos en conocer a los demás y en satisfacer sus necesidades. Pero, ¿dónde quedamos nosotros? Desarrollar el autoconocimiento es fundamental para llevar una vida saludable, y existen varias herramientas para conseguirlo.

El autoconocimiento se genera en base a nuestra autopercepción, es decir, la imagen y concepto que vamos creando de nosotros mismos y que nos permite ser conscientes de nuestras propias emociones, pensamientos, fortalezas, oportunidades de cambio, objetivos, etc. Desde el punto de vista de la psicología, este es uno de los elementos más relevantes para el desarrollo personal de todo ser humano, pues determina cómo nos enfrentamos al mundo y cómo nos autovaloramos y nos amamos sobre todas las cosas.

Al conocer y comprender ciertos aspectos de nosotros mismos, somos completamente capaces de tomar decisiones y también nos permite entender mejor nuestras interacciones con las personas.

El autoconocimiento no es algo que se logre de la noche a la mañana, sino que es un proceso continuo que implica ahondar y tratar de entender nuestras experiencias pasadas, nuestras relaciones actuales y nuestros objetivos futuros. En efecto, con ello podemos identificar ciertos patrones de comportamiento y pensamiento que de alguna u otra manera nos están limitando para alcanzar todos nuestros sueños y metas.

Asimismo, el autoconcimiento es el punto de partida para poder desarrollar la inteligencia emocional, puesto que, al poder reconocer nuestras propias emociones, podemos tener un mejor manejo de ellas y gozar de una mejor salud mental.

El mayor obstáculo para desarrollar el autoconocimiento somos nosotros mismos, ya que muchas veces por miedo a ser vulnerables solemos evitar y negar nuestras emociones, pensamientos o comportamientos.

De igual manera, el miedo al cambio, en ocasiones, suele frenarnos en este proceso tan íntimo y personal, así también como nuestra necesidad poco saludable de ser perfectos en todo sentido, convirtiéndonos en nuestros mayores críticos, situación que dificulta el poder aceptarnos como somos y valorar nuestras fortalezas y oportunidades de cambio.

Introspección.

Al conectar con nuestro ser y ser conscientes de quiénes somos entraremos en un espacio de autorreflexión, el cual nos permite descubrir y entender por qué sentimos, pensamos, vivimos y actuamos de una manera determinada.

Tener un diario.

Esta estrategia nos permite aterrizar todo lo que sentimos y pensamos. Además, tenerlo escrito y disponible nos ayuda a comprender nuestros patrones emocionales, cognitivos y comportamentales.

Espacio personal.

Si no dedicamos un tiempo para nosotros, nadie más lo hará. Gracias a ese espacio, podemos detectar y aprender sobre nuestras fortalezas, metas, preferencias, etc.

Apoyo psicológico.

Actualmente, muchas personas siguen creyendo que ir a un psicólogo implica únicamente que tengamos algún trastorno o patología; no obstante, es importante que entendamos que el profesional de salud mental es una persona totalmente objetiva que puede ayudarnos a explorar nuestras experiencias y pensamientos de manera más profunda, comprender quiénes somos y autoaceptarnos.

(Por El Comercio GDA)