Investigaciones señalan que plantas tradicionales utilizadas en infusiones desde hace siglos podrían tener efectos positivos sobre la función cognitiva, el estado de ánimo y la prevención del deterioro cerebral. Entre ellas, el té verde, la ashwagandha o la bacopa monnieri despertaron interés por sus posibles beneficios en la memoria y la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Un estudio citado por MedicalNewsToday analizó los efectos del té (incluido el té verde y el té tostado japonés) sobre el rendimiento mental y la respuesta fisiológica al estrés, comparándolo con el consumo de agua caliente. Los resultados mostraron que durante tareas cognitivas, los participantes que bebieron té presentaron un volumen y flujo sanguíneo tisular significativamente más bajos, así como respuestas reducidas en la espectroscopía cercana al infrarrojo (NIRS, por sus siglas en inglés), lo que indica un menor nivel de estrés fisiológico.
Además, los compuestos aromáticos presentes en el té verde demostraron tener un papel relevante. Según los autores: "Al examinar diversos indicadores, encontramos que la estimulación aromática de las bebidas japonesas de té tiene el potencial de inducir efectos positivos, mejorar el rendimiento en tareas mentales, promover la sensación de renovación y aliviar la fatiga".
- Brahmi (Bacopa monnieri) con pimienta negra. Esta combinación es conocida por aumentar la serotonina y la dopamina, además de estimular la regeneración del hipocampo, una zona clave en la memoria. La pimienta negra mejora la biodisponibilidad de sus compuestos activos. Se recomienda consumir una taza por la mañana, sin combinar con medicamentos para Alzheimer o tratamientos tiroideos.
- Salvia, romero y melisa. Estas plantas favorecen la memoria y pueden contribuir a la formación de nuevas neuronas y la regulación del estrés cognitivo. Se sugiere consumir una taza diaria durante un mes. No se recomienda en personas embarazadas, con epilepsia o en tratamiento con anticoagulantes.
- Centella asiática (Gotu kola) y ginkgo biloba. Ambas plantas han mostrado efectos positivos en personas con deterioro cognitivo leve. Mejoran el transporte de oxígeno y nutrientes hacia el cerebro. Pueden tomarse hasta dos tazas diarias, pero están contraindicadas durante el embarazo y en personas que toman anticoagulantes.
- Té verde con limón. Es rico en catequinas, antioxidantes que protegen a las neuronas del estrés oxidativo y contribuyen a retrasar el envejecimiento cerebral. También contiene L-teanina y cafeína, que mejoran la atención y el rendimiento mental sin provocar los efectos adversos típicos de la cafeína en exceso.
- Ashwagandha. Planta adaptógena con fuertes propiedades antioxidantes que protegen las células cerebrales de los radicales libres. Además, mejora el flujo sanguíneo cerebral, lo que favorece una función cognitiva óptima.
Estas infusiones, al ser incorporadas en una dieta equilibrada y en un estilo de vida saludable, pueden ofrecer beneficios para mantener una mente activa, reforzar la memoria y proteger el cerebro del deterioro asociado al envejecimiento. Sin embargo, su consumo debe realizarse siempre bajo orientación médica si existen condiciones de salud preexistentes.
Camila Paola Sánchez Fajardo, El Tiempo/GDA
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