A tu pareja le excita que se graben en video durante el sexo; ¿qué significa eso según la psicología?

Esta práctica puede ir desde el placer de sentirse deseado hasta tener intereses vinculados al voyeurismo o la exhibición consensuada

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Foto: Unsplash.

Redacción El País
Que a una persona le guste ser grabada durante sus relaciones íntimas es una preferencia sexual más común de lo que se cree. Según la psicología, los motivos son diversos y no necesariamente indican un problema. Estudios señalan que esta práctica puede ir desde el placer de sentirse deseado hasta intereses vinculados al voyeurismo o la exhibición consensuada.

Sin embargo, los expertos también advierten sobre riesgos reales: la difusión no consentida puede causar un severo daño psicológico y conllevar consecuencias legales.

¿Por qué resulta excitante?

Las razones por las que esta práctica puede potenciar la excitación son múltiples:p

  • Aumenta la confianza y la sensación de ser deseado.
  • Añade novedad a la vida sexual en pareja.
  • Funciona como un estímulo visual para encuentros futuros.
  • En parejas estables, se consolida como una práctica íntima más.

Desde una mirada clínica, este interés se relaciona con el voyeurismo y el exhibicionismo cuando implican observar o ser observado. La clave está en que sean prácticas consensuadas dentro de una relación y que no generen malestar, conductas compulsivas o la vulneración de terceros.

Investigación y efectos psicológicos: Resultados mixtos

Los estudios sobre sexting y la producción de material íntimo son claros: el consentimiento marca la diferencia.

  • Práctica consensuada: Cuando es voluntaria y hay comunicación, se reporta como una forma placentera y creativa de intimidad.
  • Difusión no consentida: Está vinculada a un mayor riesgo de ansiedad, depresión, ideación suicida y problemas sociales. Esto se conoce como "revenge porn".
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Riesgos concretos

El mayor peligro no es grabar, sino que el video salga de tu control.

  • Daños: La distribución no consentida causa daños emocionales y reputacionales graves.
  • Consecuencias legales: Muchos países tienen sanciones penales y civiles para este delito.
  • Tecnología: Las copias en la nube, capturas de pantalla y los deepfakes hacen que sea casi imposible garantizar la exclusividad del material.

¿Cuándo consultar a un psicólogo?

Buscá orientación psicológica si:

  • La necesidad de grabarte es la única forma de excitarte.
  • Genera culpa intensa, conflictos de pareja o ansiedad.
  • Ha habido filtraciones o amenazas.
  • Sentís que tu pareja te presiona para grabarlo.
  • Sentís que el control sobre el material se ha perdido.

Minimizá los riesgos y protegeé tu privacidad con estas precauciones:

1. Consentimiento explícito: Habla con tu pareja y acuerden qué grabar, quién guarda el archivo, por cuánto tiempo y qué pasa si la relación termina.

2. Protegé tu identidad: Evita mostrar rostros, tatuajes distintivos o fondos que delaten tu ubicación.

3. Almacenamiento seguro: Desactivá las copias automáticas en la nube, usa dispositivos de confianza y eliminá los archivos según lo pactado.

4. No cedas a presiones: La grabación debe ser 100% voluntaria. Si hay incomodidad, la decisión correcta es no hacerlo.

¿Cómo hablar con tu pareja sobre grabaciones íntimas?

La comunicación es fundamental.

  • Explicá qué te atrae de la idea (curiosidad, sentirte deseado, etc.).
  • Escuchá las preocupaciones y reticencias de tu pareja sin juzgar.
  • Acuerden límites prácticos sobre el acceso y la eliminación del material.

Si surgen tensiones, considerar terapia de pareja puede ayudar a establecer acuerdos sanos.

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