El entrenamiento de fuerza ofrece múltiples beneficios para la salud: pérdida de grasa, prevención de lesiones y mantenimiento de la fuerza muscular. Sin embargo, hay una duda común: ¿es mejor entrenar con pesas o con el peso corporal?
Según la fisiologista del ejercicio Katie Lawton, de Cleveland Clinic, el entrenamiento de fuerza ayuda a aumentar la densidad ósea, lo que previene la osteoporosis, mejora el equilibrio y la coordinación, y eleva el metabolismo en reposo, ya que la masa muscular quema más calorías incluso en reposo.
La principal diferencia entre ambos tipos de entrenamiento radica en el tipo de resistencia utilizada, la distribución del esfuerzo y la adaptabilidad. La doctora Andrea Málaga, especialista en medicina física y rehabilitación, explica que el entrenamiento con el peso corporal emplea la gravedad como resistencia. Esto promueve movimientos funcionales que activan varios músculos y requieren mayor coordinación.
Sergio Pérez, preparador físico y jefe del departamento técnico de Smart Fit, el entrenamiento con pesas permite una carga progresiva más controlada y localizada. Sin embargo, los ejercicios con el propio peso corporal, como flexiones, sentadillas y planchas, son ideales para activar grandes grupos musculares como el pecho, los hombros, los glúteos, los cuádriceps y el core.

La elección entre pesas y peso corporal depende de varios factores, como la experiencia en entrenamiento, estado físico y objetivos. Si recién comienza, lo recomendable es iniciar con ejercicios de peso corporal, ya que permiten aprender la técnica adecuada y desarrollar la propiocepción.
A su vez, Solange Dubreuil, directora de la carrera de Medicina Humana de la Universidad Científica del Sur, sugiere que para los adultos mayores es preferible optar por resistencia ligera, como bandas elásticas o el propio peso corporal, priorizando la seguridad y la movilidad.
Si el objetivo es ganar masa muscular y fuerza, tanto el entrenamiento con pesas como con el propio peso corporal pueden ser efectivos. No obstante, las pesas permiten una mayor sobrecarga, lo que es beneficioso si busca un crecimiento muscular más significativo. Aun así, un programa bien planificado con ejercicios de peso corporal también puede generar fuerza y tono muscular.
Sergio Pérez advierte que, tanto con el peso corporal como con pesas, es fundamental evitar errores como la mala ejecución de los movimientos, el uso de cargas excesivas o la falta de progresión. Además, la doctora Málaga subraya la importancia de los ejercicios de calentamiento y estiramiento, así como de no subestimar las señales del cuerpo, como el dolor o la fatiga, para evitar lesiones.
Lo más importante es mantener la constancia, cuidar la técnica y progresar gradualmente para obtener resultados sostenibles. Combinar ambos métodos puede ser la mejor opción para evitar el estancamiento y mejorar la salud, la fuerza y la funcionalidad a largo plazo.
El Comercio/GDA