En medio de una separación mediática, nuevas canciones que se vuelven éxitos y la crianza de sus hijos, Shakira dedica parte de su día al entrenamiento físico. Varias veces se la ha visto sobre un tabla de wakeboard, un deporte que nace de la fusión del esquí acuático, el snowboard y el surf.
Qué es el wakeboard.
Se trata de una alternativa ideal para los amantes de la naturaleza y para los apasionados de los desafíos y la adrenalina. “Es una actividad recreativa y divertida, que tiene su parte técnica y es muy exigente desde el plano físico”, explica Mauro Tropini, médico traumatólogo.
Durante su práctica, el rider, término que designa a los practicantes, se desliza sobre el agua en una tabla similar a la del snowboard mientras lo tira una lancha o una cuerda. En este recorrido, suele dar saltos y acrobacias.
En este ejercicio no hay nada librado al azar: pone a prueba todos los músculos del cuerpo, que deben estar fuertes para mantener el equilibrio y evitar posibles caídas. Según Tropini, es un deporte completo que implica mucha resistencia. “Se ejercitan los brazos que permanecen estirados para sostener la soga, la zona del core, que es fundamental tenerla sólida para lograr estabilidad, y las piernas, que están en posición de sentadilla”, añade el especialista.
Jorge González Guedes, preparador físico de la Federación Argentina de Esquí Náutico y Wakeboard, comenta que durante esta práctica, la fuerza corre alrededor de todo el cuerpo “para permitirle a la persona moverse, soportar el cable y hacer trucos”.
Además, destaca la sensación de libertad que se desprende de la velocidad que se agarra al deslizarse sobre el agua como también por el entorno natural en el que se está inmerso.
Se puede hacer en el río, en lagunas o en lagos y cuenta con dos modalidades: “Cuando se usa la lancha, el rider hace trucos usando la estela. Pero con el cable, que puede ser lineal o circular, las pruebas se desarrollan en obstáculos y rampas flotantes que simulan ser un skate park”, describe Walter Disch, wakeboarder y fundador de Pampa Cable Park, el primero del país en tener un cable circular.
Origen y beneficios del wakeboard.
El año exacto de su creación es incierto, pero se estima que fue a finales de la década del ‘80 en los Estados Unidos. Lo que sí se sabe con certeza es que nació gracias a un grupo de surfers en el estado de California que, frustrados por la falta de olas, aplicaron su creatividad para seguir divirtiéndose con las tablas en el agua. Se les ocurrió atarlas a una lancha y ser remolcados. Por instinto, empezaron a saltar el oleaje que hacía la estela.
Tropini describe al wake como un deporte completo que provee grandes ventajas a nivel físico y mental. Sin embargo, insiste en que hay que saber dominar la técnica “porque los errores se pagan muy caros”. Según menciona, entre las lesiones más comunes se destacan los problemas de columna, lumbares y cervicales, “principalmente por las caídas al agua, los golpes contra los elementos y por no saber pararse como corresponde”, aclara el médico.
De todas maneras, menciona cuatro ventajas principales:
Tonifica los músculos: se trabaja el cuerpo en su totalidad porque cada extremidad debe hacer fuerza para mantener el equilibrio y sostenerse mientras se desplaza y hace piruetas. “Sobre todo se ejercitan las piernas, la zona media, los brazos y hombros”, aclara Tropini.
Protege las articulaciones: se trata de una actividad libre de impacto, que no tiene rebote; pone a prueba la resistencia utilizando el propio peso corporal.
Potencia el equilibrio y la fuerza del core: muchos mitos giran en torno a que es una actividad que fortalece únicamente las piernas. Sin embargo, el concepto es erróneo: “El core, le da la estabilidad al resto del cuerpo, tenerlo sólido permitirá desenvolverse mejor”, sostiene el médico.
Brinda salud mental: el contacto con el agua y la naturaleza apacigua las emociones y calma la mente. Además, al estar enfocado en una sola tarea, permite desarrollar la concentración y liberar las tensiones y preocupaciones diarias.
(Por La Nación GDA)