Por Gonzalo Diez*

Entrenar a primera hora del día tiene varios beneficios para la salud, tanto a nivel físico como psicológico. Al elegir la mañana para salir a caminar, correr, ir al gimnasio —o realizar cualquier otra actividad física— además de asegurarte de cumplir con el entrenamiento establecido para la jornada, este hábito te ayudará a tener más claridad y a ser más productivo a lo largo del día.

La ventaja más evidente, pensando en la agenda, es que si entrenás de mañana, tendrás la tarde libre para dedicarla a otras actividades, obligaciones y/o pasatiempos. Pero hay muchos otros motivos para programar tu despertador y hacer que suene con los primeros rayos del sol, o incluso antes.

Hacer ejercicios en la mañana es positivo para arrancar la jornada con una actitud diferente, con mucha más energía y mejor humor que si no lo los hiciéramos. Elegir este momento implica que te despertarás más rápido y aprovecharás mejor las horas que siguen.

Después de ejercitarte podrás trabajar y cumplir con tus actividades de otra forma, con una notable mayor concentración. Haberte puesto en movimiento desde temprano es de gran ayuda para enfrentar con más claridad los problemas o pequeños inconvenientes que se presentan en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Todo esto, como resultado, hará que seas una persona mucho más productiva.

¿Estudiás, tenés un hobby, querés descansar, leer o realizar alguna otra actividad y los días te resultan demasiado cortos? Al haber madrugado y entrenado temprano, tendrás parte de la tarde libre para hacer lo que más te guste.

Más allá de que seas una persona a la que le encante el deporte, es importante ver al ejercicio diario como una obligación: el moverte tiene mucho que ver también con la disciplina, con el amor propio que uno se tiene, y en este sentido suma algunos puntos extras el hecho de realizarlo a primera hora ya que de esta manera te sacás un pendiente de encima apenas se inicia el día. Así, ya no estarás toda la jornada pensando en que tenés que cumplir con el entrenamiento. Empezás tu día ganando, con una tarea menos por hacer.

Además, si sos de los que tienen problemas para levantarse temprano, el hecho de proponerte hacer ejercicio al comienzo de la jornada puede ser una solución ya que con el paso de los días te acostumbrarás y para cuando te hayas dado cuenta será un hábito.

Entrenar, estar fit o ser estéticamente agradable para el de afuera no es lo realmente importante, sino que hay que enfocarse en liderarse a uno mismo y dominar su propio cuerpo.

Este debería ser el primer logro de una persona, porque si conseguís dominar tu mente en una situación de control, en la que todo el tiempo la misma te está pidiendo abandonar, entonces podrás tener dominio sobre otras situaciones de tu vida en las que no tenés el control.

Por eso los beneficios físicos no son los más importantes al entrenar. El momento en el que llegás a dominar tu mente cuando ésta te pide abandonar, salirte, hacer una vuelta menos, es ahí donde están los verdaderos beneficios de entrenar.

Como si todas estas razones no fueran suficientes para poner el despertador y empezar a entrenar a partir de mañana mismo, te dejo una más: verás los mejores amaneces.

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Gonzalo

Gonzalo Diez es licenciado en Educación Física, Recreación y Deporte, fundador de Diez Club, que ofrece distintas propuestas de entrenamiento en Montevideo.

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