El pasado jueves 9 de octubre se inauguró en el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) la exposición Arquitectura de lo invisible, de la artista uruguaya Astrid Barfod. La muestra, que se podrá visitar hasta fines de noviembre, reúne una serie de obras que surgen de un lenguaje anterior a las palabras, según su autora.
En esta propuesta, el gesto pictórico se transforma en escritura: “Gramática de símbolos, trazos y silencios que evocan la memoria como territorio común”, explicó. La artista trabaja desde lo intuitivo, “guiada más por la escucha interna que por la intención”, en composiciones donde “la materia y el vacío conviven sin imponerse”.
Astrid Barfod, conocida en el mundo virtual como Suequi Natt y representada por Tahona Art, es una artista uruguaya de padres suecos. Se formó con los reconocidos artistas Clever Lara y Dante Picarelli. Su carrera comenzó centrada en el arte figurativo, pero con el tiempo, su obra derivó hacia la expresión abstracta, donde encontró la libertad para desarrollar un estilo distintivo. Su trabajo crea un paisaje psicológico que evoca tanto lo simbólico como lo onírico, capturando la complejidad del pensamiento y la emoción.
Abstracción
A lo largo de los años, Barfod pasó de una pintura figurativa a una exploración más libre y simbólica. “Fue un proceso largo de años que se fue dando de forma natural. De a poco dejó de interesarme lo externo y nació la necesidad de escuchar hacia adentro”, explica.
En esa búsqueda interior, la abstracción se convirtió en una herramienta lúdica y liberadora: “Me permite trabajar desde la intuición sin la obligación de ‘nombrar’ o definir algo por completo, ahí es donde nace para mí lo lúdico del proceso creativo”.
En sus obras aparecen signos y símbolos que para Barfod son de carácter abierto y se vuelven parte del diálogo con quien observa: “Lo que pinto se resignifica en quien lo ve y eso es lo importante. Yo persigo el juego creativo, me dejo llevar por lo que va surgiendo y en ese trance voy buscando una armonía, un orden que seguro viene de un lugar no consciente”, explicó.
Lo invisible
El título de la muestra, Arquitectura de lo invisible, condensa una idea central en su obra, según la artista. Así lo explica: “Lo ‘invisible’ es justamente eso que está en uno y no se ve, lo que uno desconoce de sí mismo, ahí es donde navega la imaginación en la búsqueda de un fin estético”.
En su proceso creativo, las capas de spray, acrílico y collage se entrelazan y le dan sentido a su obra. “La técnica mixta despierta los sentidos, me permite jugar con la curiosidad y la imaginación. Te lleva a descubrir diferentes caminos y a conseguir nuevos resultados”, señaló.