El robo a un kiosco y la crueldad del destino

MATÍAS CASTRO

Un amigo que vive en Los Angeles me contó, hace más de un año, que se encontró en una automotora al actor Don Marshall. Marshall, para orientar a los despistados, era uno de los protagonistas de la vieja serie de televisión Tierra de gigantes, repetida hasta el hartazgo durante años y bastante popular en su momento. Hizo varios trabajos de activismo social por cuestiones raciales y hasta obtuvo algún reconocimiento por ello. Además, el actor continuó trabajando hasta 1992, siempre haciendo papeles menores y progresivamente más pequeños. Cuando mi amigo se lo encontró, pocos años atrás, Marshall vendía autos.

Según su ficha en Wikipedia el actor escribió un guión para una continuación de Tierra de gigantes, con la esperanza de que algún canal de televisión se interesara y que se pudiera reunir el reparto original. La popularidad que tuvo en su momento no le garantizó nada y el destino que tuvo fue el de cualquier otra persona que no sale en televisión ni en revistas, salvo que él se aferra a la idea de revivir glorias pasadas.

En Argentina comenzó a ser juzgado por robo Fabián Marcelo Rodríguez, ex policía. Rodríguez es recordado por algunos por su personaje de Cirilo, cuando era niño en la serie Señorita maestra. Parece que sus comienzos con éxito en los tiempos de la televisión no garantizaron su carrera futura, ya que no pudo caer en algo más alejado del mundo del espectáculo que el destino de policía que termina robando un maxikiosco (con la ayuda de otro ex actor de la serie). Triste destino es el que le tocó.

Hay figuras que se aferran de forma desesperada, casi como adictos, a la vida ante las cámaras. Algunos lo hacen de forma divertida, como Guido Süller, otros lo hacen de forma un poco más patética y evidente. Hay quienes ni siquiera pueden, o no quieren, llegar a eso. ¿Qué es mejor de todas estas opciones? Lo ideal sería saber aprovechar el momento de éxito y luego buscar nuevos horizontes. Pero eso rara vez pasa. Hay cuestiones de educación, de sentido común, de asesoramiento y de vocaciones que pesan en todo esto.