Rousseff salió a defender el real de la especulación de los bancos

Encaje. Impuso uno de 60% para abultadas ventas de dólares a futuro

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FABIÁN TISCORNIA

El Banco Central de Brasil (BCB) implementó ayer una medida para limitar las operaciones cambiarias especulativas de los bancos y de esa forma intentar contener la baja del dólar. Es la primera acción que toma el gobierno de Dilma Rousseff.

Analistas consultados por El País ven que la medida es poco efectiva como para cambiar la tendencia y que el dólar se fortalezca en Brasil. Por ende, no prevén efectos sobre Uruguay.

En el equipo económico, en tanto, se "monitoreará" la evolución de la medida del BCB en el mercado cambiario de aquel país pero la misma no genera mayor preocupación. De hecho, en coincidencia con los analistas, no prevén que tenga mayores efectos a medida que pasen los días.

A cinco días de haber asumido, el gobierno de Rousseff tomó ayer su primera medida para intentar frenar la apreciación del real y defender la competitividad de la industria. El BCB impuso un encaje para los bancos, que deberán depositar en la autoridad monetaria brasileña el equivalente al 60% de las ventas de dólares a futuro que sobrepasen los US$ 3.000 millones o el patrimonio de referencia de la institución. Les dio plazo de 90 días para adaptarse a la medida. El mercado reaccionó y el dólar subió ayer 0,77% en Brasil (ver aparte).

El BCB informó que las apuestas de los bancos a la baja del dólar alcanzaron un nivel récord de US$ 16.800 millones en diciembre. El presidente del BCB, Alexandre Tombini dijo que esa apuesta estaba "sobredimensionada" en relación al tamaño del mercado de unos US$ 2.000 millones diarios.

Según Folha "esas son las llamadas posiciones `vendidas` (a futuro), que pueden ser consideradas las `apuestas` de los bancos a la depreciación del dólar en relación al real". Esto es, que los bancos pactan a futuro la venta de dólares apostando a una valorización del real incidiendo en su precio.

Con la medida anunciada, el BCB persigue varios objetivos. Uno es el cambio de comportamiento de los bancos, ya que si quisieran cambiar su posición "vendida" tendrían que comprar dólares lo que haría subir a esa moneda. El otro es evitar que los bancos especulen con ventas de dólares a plazo apostando a una baja del dólar -haciendo una ganancia de esa forma- y así quitar el componente especulativo del mercado cambiario. El último cometido es evitar situaciones de riesgo para las instituciones financieras que tienen posiciones vendidas en dólares en una eventual fuerte apreciación de esa moneda.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega señaló que con la medida se está "disminuyendo la rentabilidad de aquellos que tienen posiciones vendidas por encima de un determinado límite" por lo que es "positiva" y "va al fondo de la cuestión".

POCO EFECTIVA. El analista en Brasil del banco alemán WestLB, Roberto Padovani dijo a El País que la medida "es poco efectiva para cambiar la tendencia de la moneda brasileña. Creo que sirve apenas para atenuar el ritmo de apreciación visto en la última semana".

"Justamente por eso, entiendo que no afectará el flujo (comercial) con Uruguay", añadió.

En tanto, el economista uruguayo del Grupo Security en Chile, Aldo Lema, dijo a El País que "la evidencia histórica, por ejemplo para Chile en los 90, revela poca efectividad de los encajes o controles de capitales externos. Teóricamente se podría hacer un caso de eficacia, pero en la práctica `se les cierra la puerta` y `terminan entrando por la ventana`".

Para Lema "la apreciación real de las monedas emergentes viene determinada por la debilidad global del dólar, los altos precios de las materias primas y el alto dinamismo de la actividad y el gasto interno. Si las intervenciones cambiarias no están bien justificadas y no van acompañadas con mayor ahorro público y privado, el fortalecimiento real de las monedas se canalizará a través de mayor inflación".

Recordó que "en el caso de Chile, los fuertes controles (de capitales) de los 90 no evitaron ni la caída de casi 40% del tipo de cambio real ni amortiguaron los efectos de la crisis asiática de 1998". Es por ello que señaló que "los efectos (de la medida) sobre el peso uruguayo deberían ser marginales y transitorios".

Por su parte, el jefe de estudios para América Latina de la firma de inversión estadounidense BCP Securities, Walter Molano, dijo a El País que le parece "bien" la medida. "Es algo que hacen mucho los bancos centrales, pero Brasil va necesitar hacer más que eso". Agregó que lo más importante es un ajuste fiscal para frenar la economía sin generar presión sobre el tipo de cambio".

Peso y real vs. dólar

El anuncio de la medida tuvo un efecto inmediato ayer en el mercado cambiario brasileño, con el dólar subiendo 0,77% y cotizando al cierre a 1,688 reales .

El lunes el dólar había bajado hasta 1,65 reales, un valor con el que el gobierno de Dilma Rousseff no se siente cómodo según analistas.

En Uruguay ayer no hubo mercado cambiario por el feriado de Reyes. El miércoles, el dólar se había mantenido estable por segundo día consecutivo en $ 19,95.

En los ocho años (en dos períodos de gobierno) que duró la administración de Luiz Inacio "Lula" Da Silva, el real se apreció 108% frente al dólar.

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