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El horror se abre paso en el cine

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Por: Mariángel Solomita

El terror podría ser un género con continuidad cinematográfica en Uruguay. De hecho ya existen varios cineastas -algunos profesionales, otros amateurs- que filman recurrentemente sus cortos y largos de cine gore, también catalogados como "clase B", "Z" o "bizarro". Es cine que se realiza sin presupuesto y que se proyecta en contadísimos festivales locales (el que los reúne: Montevideo Fantástico), sin ningún tipo de distribución ni retorno económico.La casa muda se grabó en forma de cooperativa para poder solventar el bajo costo, para el 99 % del equipo era la primera experiencia en un largo y en una película de terror. Pensada como un formato barato para introducirse al cine, y fértil para experimentar nuevas técnicas, se convirtió en la primera película nacional de género en exhibirse en Cannes. El resultado interesó a distribuidores internacionales que ya adquirieron los derechos y confirmaron su venta en países de Latinoamérica, América del Norte, Europa y Asia. Además pusieron los ojos en su director, Gustavo Hernández, que ya trabaja en un nuevo guión del mismo género.

"Lo máximo que nosotros soñamos era poder estrenarla en alguna sala de Uruguay. No teníamos dimensión de lo importante que era el festival hasta que lo vivimos en carne propia. Fue una mezcla de sensaciones antes y durante el estreno en Cannes. La película venía con una inmensa expectativa, llenando las dos funciones completamente, una para la prensa y otra para el público en general. Es emocionante ver tres cuadras de público impaciente por ver nuestra obra", dice Hernández que exhibió el film en la Quincena de Realizadores, sección del festival de cine con mayor prestigio mundial, y donde consiguió la aprobación de la crítica especializada.

La película llamó la atención de productores extranjeros desde que el trailer se colgó en la web. Se debe recordar que la mayor sorpresa del 2009 fue la película de terror psicológico Actividad paranormal, que tuvo un costo de 15 mil dólares y recaudó 107 millones. Este fenómeno ya se ha repetido con otras producciones del mismo género: películas con actores desconocidos, que juegan con la ficción hiperrealista, rodajes rápidos con un presupuesto ínfimo, estreno en pocas salas y que consiguen convertirse en un éxito de taquilla gracias al boca a boca que asegura la permanencia en carteleras. Es la ecuación perfecta en un panorama que sigue gris para la industria cinematográfica mundial, lo que permite comprender por qué los productores y distribuidores están alertas a captar nuevos talentos que puedan producir con poco dinero un contenido que rinda en todo el mundo; además de que en películas con argumentos de este tipo la novedad de una nacionalidad "exótica" despierta curiosidad.

Fue el productor, Gustavo Rojo, fanático del cine de terror quien propuso que la productora publicatariaTokio Films se lanzara al largo con una cinta de género. "Técnicamente fue muy complicado filmar. A mí me emocionaba el riesgo de ese plano secuencia, el riesgo del género de horror, que acá no hay casi antecedentes, que tiene ciertas pautas, cierto lenguaje que se tiene que respetar para que sea funcional."

Hernández, reconocido por haber dirigido varios video clips de Jorge Nasser y de bandas como La vela puerca, No Te Va a Gustar y La Trampa entre otras, se encontraba en medio de otro proyecto cuando se antepuso La casa muda. Se trata de Orfeo desciende, una tragicomedia que se rodará a finales de año. Si bien el guión -también a su cargo- está en proceso de reelaboración, tanto de los personajes como de los elementos del argumento, la historia cuenta los pormenores personales y laborales de un actor. Además de este proyecto, el cineasta es el encargado de dirigir junto a Santiago Paiz los 13 capítulos del unitario Adicciones, que producen junto a Contenidos TV y comenzará a emitirse en setiembre por Canal 12. Sin embargo su emprendimiento más interesante se relaciona con su ópera prima: se encuentra en marcha un segundo proyecto de cine de género, esta vez con otras dimensiones. Económicas, porque cuenta con el interés de tres distribuidoras francesas y estadounidenses, y profesionales, ya que pretende continuar su búsqueda en el lenguaje y concepción del cine de horror.

"Nosotros logramos con La casa muda entrar a mercados muy difíciles, con una película de género, por la simple razón de que el miedo es universal y el lenguaje se entiende en Polonia o en Taiwán de la misma forma. Ojalá esta película inspire a otros realizadores a jugar en el género de horror, pero es algo que es difícil proyectar porque la idiosincrasia del uruguayo es otra, tiene un perfil más apagado y se siente más seguro o reconfortado, contando historias que nos dibujen de alguna manera. Nuestro desafío fue otro, ni mejor ni peor y eso no quita que en algún momento de nuestras vidas filmemos un monólogo en una habitación gris que hable de nuestras costumbres en un plano fijo. Por ahora estamos haciendo un camino distinto."

La película prevé estrenarse en salas en octubre. En el mismo mes el realizador Juan Manuel Fodde pretende llevar a la pantalla Frondoso edén del corazón, otra película de terror con similitudes financieras (también se trabajó en forma de cooperativa con los implicados) que busca escaparle al adjetivo "bizarro", en ocasiones rehusado por los realizadores asociados a este tipo de cine. Si el principal problema que deben enfrentar las películas es su distribución, el cine fantástico local debe luchar doblemente ya que tampoco consigue pantallas dentro del país. Las causas a veces son intrínsecas a los proyectos: la calidad fílmica no permite una proyección satisfactoria, pero también se suma un prejuicio que estos realizadores sienten por parte de los exhibidores que en su mayoría no confían en la existencia de un público interesado en este producto. Así la lógica genera que tampoco encuentren viable presentar sus guiones a los fondos existentes. De esta manera se establece un mecanismo de autofinanciación que no les permite contar con productores, técnicos especializados, actores preparados, materiales indicados y un largo etcétera. Según han opinado sus directores, no consideran que la falta de dinero sea un elemento constitutivo de sus creaciones. Sí hay en estos cineastas -autodidactas algunos- una voluntad de mejorar la calidad de su trabajo y de probar nuevas experiencias, aunque la falta de presupuesto coloque al mismo director en un banco con un una cámara digital en mano para realizar un plano contrapicado. Se puede suponer que el éxito de proyectos como La casa muda sirva tal vez como ejemplo de que un cine de género de tono profesional es posible. Habrá que ver cómo acompaña el público local la iniciativa y cómo repercutirá entonces en el interés que eventualmente los exhibidores podrían tener hacia otras iniciativas de este tipo.

REALIZACIÓN. El argumento de La casa muda se inspiró en unos homicidios, sin resolver, que sucedieron en la localidad de Godoy en 1944. En una casa de campo se encontraron los cuerpos de tres personas y unas fotografías polaroid. Con estas palabras Frédéric Boyer presentó la cinta en Cannes: "Con La casa muda realizaron un film único e increíble, horrorífico y a la vez poético, una manera original de dirigir y de jugar con el miedo, como la música, la película tiene un humor muy creativo." Esta es la primera película de terror en realizarse con un sólo plano secuencia, es decir sin cortes, "miedo real en tiempo real". "El género nos permitía experimentar más que otros géneros, por eso elegimos contar la película en un plano secuencia y con una cámara de fotos que se adecuara a las limitaciones de locación, presupuesto y realización. Las intenciones desde un primer momento fueron muy claras, no traicionar lo más nativo del horror: asustar y entretener."

El film costó 6 mil dólares y tiene una duración de 78 minutos. "Estuvimos casi 2 meses ensayando. Pero no sólo con los actores, teníamos un guión técnico muy detallado que implicaba el ensayo de la coreografía de los actores conjuntamente con el del equipo técnico. En las tomas iba dirigiendo, hablando con los actores, porque sabía que luego el audio se iba a limpiar y a reconstruir. A nivel de movimiento les indicaba posturas, sensaciones que teníamos que provocar, "cuenta Hernández.

El hiperrealismo generado por la presentación de la historia en una sola toma, se apoyó en una técnica innovadora: el registro, digital, se realizó con una cámara fotográfica Canon Mark II, siendo también la primera cinta en ser filmada en su totalidad de esta manera. El guión estuvo a cargo de Oscar Estévez, la fotografía fue obra de Pedro Luque el reparto está integrado por Florencia Colucci, Abel Tripaldi (protagonizará Orfeo desciende), Gustavo Alonso y María Paz Salazar, actores que se inician frente a cámaras. El siguiente pasó al que podía aspirar la película ya está asegurado: en octubre se exhibirá en Barcelona, en Sitges el festival de cine de terror más importante del mundo.

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