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Atletas de la cabeza

Milles de estudiantes participan de las olimpiadas académicas. Una medalla de bronce en el certamen mundial de Matemáticas es el mejor logro de Uruguay hasta ahora. El oro suele ser asiático.

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FRANCISCO MARQUES

No son atletas, pero se entrenan con la ilusión de ganar una medalla. En caso de dar un batacazo y ganar el oro, a su regreso, no habrá ninguna cámara ni multitud esperándolos. Pero son olímpicos, y sus historias tienen puntos en común con los deportistas que van a Londres.

En Uruguay, miles de estudiantes de institutos públicos y privados participan de las distintas olimpiadas académicas que se organizan a nivel nacional, y algunos de ellos se ganan el derecho de representar a la celeste en el extranjero. También se preparan durante meses, disponen de recursos limitados y están motivados por una auténtica vocación.

En Uruguay existen cuatro olimpiadas académicas: Matemáticas, Astronomía, Física y Química. La más popular es la de Matemáticas, que se celebra desde 1993 y que el año pasado convocó a más de 25.000 jóvenes. La de Astronomía, si bien es reciente -se celebró por primera vez en 2009-, el año pasado atrajo a más de 1.000 estudiantes. Las de Química y Física no son tan masivas y no superan los 250 alumnos por año.

Federico Bliman tiene 24 años y es ingeniero eléctrico. En 2010, estando en facultad, integró un equipo multidisciplinario de estudiantes que se presentó a una competencia organizada por la NASA sobre un proyecto para una base lunar. Fueron seleccionados y viajaron a la sede de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio en el estado de Florida. Si bien no ganaron, se llevaron una mención especial. Años atrás, mientras cursaba liceo en el Richard Anderson y luego en Instituto Pre-Universitarioel PREU, la afición de Bliman por las matemáticas lo llevó a participar en las olimpiadas nacionales, y sus buenas actuaciones le permitieron integrar el equipo olímpico. Recuerda esa generación como un grupo excelente, que se fue superando año a año.

En 2005, cuando estaba en sexto de liceo, obtuvo la medalla de bronce en la Olimpiada Mundial de Matemática en México, compitiendo con 500 estudiantes de todo el mundo. Un logro histórico que no se repitió. El nivel es mas exigente que en el liceo, pero, dice Bliman, lo que se promueve es la búsqueda de soluciones a un problema, y no solamente ejercicios. La idea es que los estudiantes aporten un valor agregado y no se limiten a repetir todos los teoremas de memoria. La olimpiada y los profesores le enseñaron a Bliman a pensar y razonar de una manera diferente, como no se aprende en el liceo.

Dentro de Secundaria no existe un "comité olímpico", aunque sí esta muy vinculada a los torneos. En consecuencia, cada disciplina creció y se organizó en forma independiente. Lo que tienen en común es que los principales impulsores son grupos de profesores, que realizan la tarea en forma voluntaria. En Matemáticas, los encargados de la olimpiada son profesores reunidos en la Compartida de Matemáticas. La Facultad de Química es la responsable en esa asignatura, y en Física existe un comité organizador que tiene como principal referente a la Asociación de Profesores de Física. En Astronomía hay un gran aporte de la asociación de profesores de esa asignatura.

La financiación también varía. Se necesitan recursos para la competencia local, pero también para la preparación y pasajes de quienes viajan al exterior. Los principales recursos surgen de las propias asociaciones de profesores y hay un gran aporte del Programa de Desarrollo de Ciencias Básicas (Prodecibe), un proyecto conjunto del Ministerio de Educación y la Universidad de la República. También contribuyen, entre otros, el Codicen y el LATU.

Un elemento en común es que los estudiantes cumplen las etapas clasificatorias en su lugar de estudios. Victoria Alvez participó por primera vez de las Olimpiadas de Química en 2010, mientras cursaba cuarto de liceo en Rivera. Hizo la prueba inicial allí y clasificó para la prueba final en Montevideo, donde ganó la medalla de oro. Al año siguiente, fue una de las seleccionadas para la Olimpiada Mundial de Química en Turquía. No trajo ninguna medalla pero quedó "contenta" ya que en comparación con uruguayos de años anteriores, le fue bien, y considera que si bien se preparó, el nivel es tan elevado que fue como "haber ido a la guerra con un escarbadientes". Este año quedó nuevamente seleccionada para las olimpiadas mundiales que se realizarán en Washington, y con dos años de preparación está mucho más confiada y optimista.

El objetivo principal es motivar. Para un adolescente, participar de una olimpiada académica y dedicar gran parte de su tiempo libre a estudiar, puede dar un poco de vergüenza. El temor a la etiqueta del "traga de la clase" seguramente desestimuló a más de uno. No fue el caso de Virginia Salti. Estudia en la Facultad de Ciencias y cursó liceo en el Seminario. El año pasado ganó la medalla de oro nacional en Física, y obtuvo una mención de honor en la Olimpiada Iberoamericana en Colombia. Cuenta que muchas veces los estudiantes no conocen bien lo que es una olimpiada y que hay un poco de prejuicio al respecto. En su caso particular, profesores y ex olímpicos la motivaron a participar.

Algo parecido le ocurrió a Carolina Rolón, que cursa sexto de liceo en Minas y comenta, en tono de broma, que sus amigos siempre le dieron para adelante, pero al principio la miraban un poco raro. El año pasado participó de las olimpiadas nacionales de Astronomía pero quedó como suplente para la latinoamericana. Este año se prepara para competir nuevamente en agosto y espera clasificar para la Olimpiada Latinoamérica de Astronomía y Astrofísica en Colombia.

A nivel mundial, las medallas son para los mismos que en el deporte: europeos, estadounidenses y sobre todo los chinos, que encajan perfectamente dentro del estereotipo de un estudiante asiático. Además de las ventajas demográficas, cuentan con una preparación especializada y estricta, propias del sistema. Según Nelson Choka -coordinador de la olimpiada de Matemáticas- como no se permite la participación de universitarios, los chinos incluso seleccionan un grupo de 30 estudiantes a quienes se demora el ingreso a la universidad y se los prepara exclusivamente para la olimpiada mundial.

Pia Cerdeira, profesora y coordinadora de química, dice que "los oros son todos asiáticos e incluso se los estimula premiando los buenos resultados con el acceso a las mejores universidades".

"Durante la olimpiada se comparte con otros estudiantes, y se forma un poco un grupo de europeos y otro de latinoamericanos, pero a los chinos ni los ves porque se pasan todo el día estudiando, solo los ves el día que les dan las medallas", dice Victoria Nuñez, quien compitió contra ellos en Turquía. Competir contra esta dedicación cercana al fanatismo resulta prácticamente imposible.

Tampoco es fácil en América Latina. Aquí también dominan los de siempre. Enfrentar a Argentina y Brasil en ciencias es todavía más difícil que al fútbol. Reina Castro, inspectora nacional de Astronomía, explica que mientras que aquí los recursos son escasos, en Brasil en 2009 se asignó a las olimpiadas un presupuesto cercano al millón de dólares. En Física, los uruguayos que compiten aún no han terminado el año liceal, por lo que se les da clases de apoyo para complementar los temas aún no abarcados. En cambio, Argentina selecciona estudiantes el año anterior y se los prepara durante un año, incluso los llevan a Córdoba para un entrenamiento intensivo, explica la organizadora de las olimpiadas de Física Andrea Cabot. "Para nosotros eso ya deja de ser educación, la idea es que aprendan y no ir a matarse por una medalla",

Esta idea es compartida por el resto de los olímpicos y organizadores. Si bien es una competencia, el fin es académico, y se busca fomentar la integración e intercambio. Para Bliman, quien participó en las olimpiadas mundiales de Matemáticas, la competencia es mas bien contra la prueba y contra uno mismo.

La rivalidad no es tan marcada como en el deporte. En Turquía, Victoria hizo amistades con las que aún se mantiene en contacto. Incluso hay un chico de Argentina -quien ya ganó una medalla de bronce- que la ayuda para la próxima competición. Virginia pasó una semana entera en Ecuador. El primer día realizaron pruebas teóricas y prácticas de física, y el resto de la semana la organización los llevó a conocer la ciudad y realizar otras actividades culturales. Y cerraron la semana con una fiesta.

Carolina participará en agosto de las olimpiadas nacionales de astronomía. Ojalá tenga éxito, pueda viajar a Colombia y disfrutar de una experiencia similar. ¿Y quién sabe? Quizás vuelva con un oro colgado del cuello.

AJEDREZ

El equipo uruguayo quedó en el puesto 46 en las Olimpiadas de Ajedrez de 2010 en Rusia. La mejor actuación hasta el momento. Este año competirán en las olimpiadas que se celebrarán en Turquía.

CENTRO LOS PINOS

En Casavalle

Ubicado en Casavalle, el centro Los Pinos, un instituto vinculado al Opus Dei, asiste a niños y jóvenes del barrio a través de programas de apoyo escolar y de capacitación laboral.

El año pasado obtuvieron un premio de la Agencia Nacional de Innovación (ANII) por el proyecto Olimpiadas de Matemáticas de Casavalle.

Las olimpiadas se iniciaron en 2006 con la participación de 186 niños, con el objetivo de tender una red de trabajo con las escuelas cercanas. Creció mucho y este año participaron más de 13.000 niños, provenientes de 100 escuelas de todo Montevideo, principalmente de zonas marginales.

El año pasado, desde la embajada de Estados Unidos, niños de la olimpiada participaron por primera vez en la Olimpiada de Matemática de Estados Unidos (Moems), junto a 30.000 niños de todo el mundo, obteniendo excelentes resultados, dentro del 10% superior en todo el mundo. En ellas no hay podio -el fin es motivar a los alumnos- pero se le otorgó una medalla a Iván Gelossich, quien obtuvo un puntaje perfecto. Además, otros diez niños estuvieron en los primeros lugares.

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