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Terminar una carrera leyendo los labios

| Si aprueba dos exámenes, Lorena Rucanski se convertirá en febrero en la primera psicóloga sorda del país. Llegar a este punto no le fue fácil, pero está claro que tampoco es imposible.

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CATERINA NOTARGIOVANNI

Cuando estaba en la escuela, Lorena Rucanski notó que si no miraba continuamente a la cara de la maestra no le comprendía nada. También descubrió que el resto de sus compañeros no necesitaban esa concentración para interactuar. "Ahí me sentí muy rara", dice. Ese es el primer recuerdo de sí misma como persona sorda. Tenía cuatro años.

Desde entonces y hasta que cumplió 14 años, tomó clases matutinas en la educación formal y por la tarde asistía a una fonoaudióloga, con quien aprendió a leer, escribir y vocalizar en idioma español. Así se convirtió en sorda oralista, término que refiere a aquellos que no se comunican con lenguaje de señas.

Para comprender leía los labios, para decir, vocalizaba o escribía. De este modo terminó la escuela, el liceo y llegó a cuarto año de Facultad de Psicología.

Ese camino no lo recorrió sola. Tuvo la complicidad de sus compañeros que le prestaban apuntes, la colaboración de algunos profesores que se preocupaban en vocalizar y/o escribir en el pizarrón, y el apoyo constante de sus padres, que siempre la motivaron a seguir. "Sin ellos no podría haber llegado lejos", explica.

La "casualidad" quiso que al empezar cuarto año de facultad Lorena se enterara que podía solicitar los servicios gratuitos de un intérprete. "Nunca pensé que podía necesitarlo. Me sentía muy cómoda estudiando sola, como siempre lo había hecho", señala.

Pero la diferencia fue sustancial: "Antes había clases que me aburrían muchísimo. O si me sentaba en ronda a hacer un práctico, donde todos conversaban, era muy difícil entender. Nunca me imaginé que te interpretan absolutamente todo; desde quién entró al salón, los ruidos, si se escucha música de fondo. Te enterás de todo lo que sucede. Es una herramienta fundamental porque puedo captar las formas de ser de mis compañeros, sus opiniones y hasta los comentarios que se hacen fuera del salón de clase", explica. Fue justamente Fiorella, su intérprete, quien medió en esta entrevista, poniendo en palabras las señas y vocalizaciones de Lorena.

Hoy, gracias a su tenacidad y dedicación -y a pesar de los intensos dolores de cabeza que le provoca la exigencia-, Lorena está a dos materias de convertirse en la primera psicóloga sorda de Uruguay. Eso será en febrero.

¿Y después, cuál es su plan? "Tengo muchísimos proyectos en la cabeza. Primero me gustaría especializarme en Gestalt, que es la corriente en la que hago terapia. Además me encantaría trabajar con los adolescentes del liceo de sordos, con la escuela de sordos, y también quisiera hacer psicopedagogía, porque hay muchas dificultades de aprendizaje en los adolescentes. Es decir: estoy abierta a probar".

¿Te gustaría dedicarte a la investigación de la comunidad sorda? "Sí, claro. Ahora estoy haciendo un proyecto de intervención en un liceo de adolescentes sordos para la facultad. Otra cosa que me encantaría es hacer proyectos sobre bebés sordos. Lamentablemente en Uruguay es difícil encontrar material sobre el tema. Hace poco estuve en un congreso sobre sordera en Buenos Aires donde conocí muchos psicólogos que trabajan con la comunidad. Me vine fascinada".

A Lorena le encanta leer, practicar Power Jump e ir de vacaciones a Pinares, donde su familia tiene casa. Tiene novio (oyente) desde hace 3 años. "Lo conocí chateando. A las dos semanas nos encontramos, pero no me entendió absolutamente nada, tuve que escribirle todo. A la tercera cita empezó a entenderme y hoy nos comunicamos en forma oral", cuenta.

Hubo momentos en los que quiso rendirse, pero no lo hizo. Tal vez porque el mejor consejo que recibió en su vida fue: "Si sentís que algo es difícil, no lo pienses, seguí".

Vocación de ayuda a los otros

Lorena Rucanski es una persona sorda bilingüe, porque es capaz de expresarse oralmente entre oyentes y con señas entre compañeros sordos. "A veces los propios sordos me utilizan como intérprete. Me dicen: `Como vos sabés hablar, andá y preguntale al chofer dónde nos bajamos`. Cuando se está criado entre sordos es difícil animarse a enfrentar a un oyente porque la sociedad es discriminatoria, y si te ven haciendo muchos gestos o te entienden, naturalmente se retiran. Y como yo estoy acostumbrada a enfrentarme a la gente y a repetir y repetir, me las arreglo", asegura.

¿Por qué estudiar Psicología? "Me gusta ayudar a las personas. Siempre dije que iba a estudiar algo relacionado con Medicina, pero después me di cuenta que iba a ser difícil. Entonces decidí probar con la salud mental. Aparte me gusta, y te lo digo entre comillas, escuchar a la gente. Tengo esa facilidad: las personas me cuentan todas sus cosas".

¿Qué consejo le darías a los padres de un niño sordo? "Que lo primero que deben hacer es integrarlo a la comunidad sorda para luego, quizás, poder optar por una educación bilingüe. Eso está bueno. La lengua de señas te ayuda a comunicarte más fluidamente, es muy difícil leer los labios, es un mito que se puede leer todo lo que se dice. Pero por otro lado, el oralismo te ayuda a leer y a entender el español. No es fácil, hay que tener mucha paciencia y mucha tolerancia. Es difícil pero se puede", concluye la inminente licenciada en Psicología.

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