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El inesperado poder de los tuiteros ignotos

| Los usos que se le dan a Twitter han sorprendido a sus propios creadores. En 140 caracteres, se generan desde redes de apoyo, hasta verdaderos movimientos sociales y anécdotas únicas.

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GABRIELA VAZ

Un tuit solo puede parecer insignificante; pero, en conjunto, miles de millones de tuits pueden abrir una perspectiva sorprendente. En esa premisa se basaron los científicos estadounidenses Michael J. Paul y Mark Dredze, quienes revelaron secretos de la salud pública de su país, "ocultos a plena vista". Analizaron dos mil millones de tuits para determinar la relevancia de la información sanitaria y, a través de distintos algoritmos, demostraron que la red de microblogging puede rastrear con precisión la propagación de la gripe, el pico de alergias y predecir cómo se contagian y cambian las enfermedades con el tiempo. Los resultados de su investigación dieron lugar al informe Eres lo que tuiteas: Analizando Twitter para la Salud Pública.

Hace ya tres años, en una conferencia, el hoy exCEO de Twitter Evan Williams hablaba de cómo las formas en que se estaba utilizando a la red social tomaba a sus propios creadores totalmente por sorpresa. "No pensamos en los muchísimos otros usos que se le podría dar a algo tan simple", confesó en esa ocasión.

Aunque en Uruguay todavía se presta más atención a los usuarios "famosos" de esta red, lo cierto es que en el mundo son los cientos de millones de usuarios ignotos los que protagonizan las historias más inverosímiles. Sucede que "Twitter le da voz a gente que en otros contextos no la tenía", dice el psicólogo especializado en nuevas tecnologías Roberto Balaguer. Y agrega: "Creo que es una especie de barajar y dar de nuevo, en el sentido de que posibilita que se redistribuya cierto poder". De hecho, la red permite que cualquiera tenga una vía de comunicación directa con figuras de la política, el espectáculo o el deporte (que tengan perfil en Twitter, claro) y les propinen así desde halagos hasta duras críticas o incluso insultos. Pero más que eso, señala Balaguer, genera comunión. "Al participar en tiempo real, se siente mucho lo que en inglés se llama ambient awareness, que sería algo así como `conciencia de ambiente` y es la sensación de tener a los otros muy cerca. Eso potencia porque se siente un nivel de coparticipación muy alto".

Consultado por Domingo, Robert Weeks, del departamento de comunicación de Twitter, explicó que la empresa no suele brindar datos discriminados por país. No obstante, una encuesta de este año realizada por la consultora Data Media determinó que en Uruguay habría unos 169 mil usuarios de Twitter (ver recuadro). El número, escaso frente a los casi 150 millones de usuarios activos en el mundo, explica por qué la red no ha tenido aquí gran influencia a nivel social, mientras en otros países ha generado desde verdaderas redes de apoyo hasta movimientos políticos y anécdotas únicas.

HISTORIAS EN 140 CARACTERES. En aquella conferencia de 2009, Evan Williams comentaba con sorpresa cómo en cierta ocasión, frente a la falta de combustible en Atlanta, algunos usuarios decidieron tuitear cuando lo encontraran, dando la dirección de dónde estaba y su precio, lo que generó una inesperada red de información. Hoy, acciones como estas son cada vez más frecuentes. Un estudiante turco llamado Hüseyin Çakir consiguió, por ejemplo, calefaccionar todas las residencias universitarias de su país gracias a un tuit. Le escribió a Suat Kilic, ministro de Juventud y Salud de Turquía: "Estimado Suat Kilic, sus hermanos tienen frío en los dormitorios, los calentadores no funcionan y no hay mantas extra". El ministro respondió a través de otro tuit, que decía: "Mi querido hermano, he llamado al director de los dormitorios públicos, ya no tendrán frío".

Esta es una de las varias anécdotas que se cuentan en Twitter Stories, una sección de la red que compila historias donde el microblogging es protagonista. Allí se relata cómo Myra McEntire escribió un libro, encontró un agente, lo publicó y consiguió un contrato cinematográfico usando Twitter. A raíz de sus mensajes halló compañeros críticos que le ayudaron a través del proceso de escritura y siguió a editores y agentes para saber qué propuestas les interesaban. Cuando su libro fue publicado, sus seguidores lo propulsaron a la cima de las listas de lecturas de verano y lograron atraer la atención de Hollywood.

Jerry Rizzo consiguió su trabajo soñado en la NBA vía Twitter. Fan acérrimo de los Sixers, cuando el equipo lanzó un concurso para elegir una nueva mascota, él, de 23 años, y un amigo notaron que dos de las mascotas finalistas no estaban en Twitter, así que registraron sus cuentas y empezaron a tuitear. Estos esfuerzos impresionaron a Adam Aron, director ejecutivo del equipo, quien a la larga ofreció a Rizzo un empleo como Coordinador de Medios Sociales oficial para los Sixers.

Daniel Morales se reencontró con su hija después de 11 años sin verla. Un proyecto para personas indigentes llamado Underheard le dio un teléfono celular prepago y lo ayudó a crear una cuenta de Twitter. A Morales se le ocurrió que podría usarlo para encontrar a su hija Sarah Rivera de 27 años, así que publicó su teléfono celular y una foto de ella a los 16 años. El mensaje se difundió y llegó a ella, quien lo llamó al día siguiente. Dos días después se encontraron. Morales vio a sus nietos, de cuatro y un año de edad, por primera vez.

Quizá una de las historias más sorprendentes es la de Chris Strouth. Él había vivido con una enfermedad renal durante tres años, pero de pronto empeoró y necesitaba un trasplante. Sin saber qué hacer, escribió en Twitter: "M*erda, necesito un riñón". En unos días, 19 personas ofrecieron examinarse para verificar su compatibilidad. Una de ellas fue Scott Pakudaitis, un conocido de Strouth a quien no había visto en años. Investigó el procedimiento, habló con personas que habían pasado por el proceso y decidió hacerse las pruebas de compatibilidad. Cuando las pruebas resultaron positivas, decidió donar su riñón. Después de la operación, le envió un mensaje de pronta recuperación a Strouth. Por Twitter, claro.

Perfil del usuario uruguayo

Casi 169 mil uruguayos utilizan Twitter; esto es, 14,6% de la población del país mayor de 11 años. El número surge de una encuesta realizada por la consultora Data Media publicada en marzo de este año, que indagó sobre el perfil de los usuarios de redes sociales en el país. El mismo estudio consignó que, en Uruguay, Twitter tiene un perfil levemente más masculino (55,3% son hombres) y con mayor concentración en jóvenes: casi la mitad de los usuarios (45,5%) tiene menos de 29 años y 85% todavía no ha cumplido los 50. La red de microblogging se puede considerar también más elitista, ya que uno de cada cuatro uruguayos de nivel medio alto o alto la usa. A su vez, mientras entre todos los uruguayos de nivel bajo 43% tiene perfil en Facebook, sólo 4,3% de este grupo utiliza Twitter.

Opiniones más viscerales

"En Twitter, la gente se anima a decir cosas que no diría en un cara a cara. La opinión es menos tamizada, no hay filtros, casi te diría que es descarnada, visceral", dice Roberto Balaguer, psicólogo especializado en nuevas tecnologías. Esto implica, a veces, cierta exageración o teatralidad, pero no quita honestidad. "Hay gente que busca posicionarse a través de un tuit. Entonces el contenido tiende a ser ingenioso, humorístico o muy mordaz. A veces esa cosa ingeniosa va en detrimento de la verdad o de la idea, que en sí capaz no es tan llamativa. Al tener que ser una comunicación muy acotada, el ingenio tiene mucha fuerza en esta red. Cuando uno busca ser ingenioso no necesariamente se acompaña de una cuota de realismo. En Twitter uno no puede ser aburrido, porque no es seguido", concluye.

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