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NTVG sin vueltas

No te va a gustar lanza su nuevo disco, Por lo menos hoy. Grabado directamente, austero y "sin grandes locuras"

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Por: Mariel Varela

El primer contacto con las canciones sucedió en febrero de 2010 en un contexto bien peculiar: Parque del Plata. Parrillero, asado de por medio, instrumentos, y equipos. Sin proponérselo, los nueve miembros de No Te Va Gustar (NTVG) cayeron en la cuenta de que habían modificado la dinámica característica de sus trabajos discográficos anteriores. El cambio implicó sustituir una cantidad de etapas previas a la fase de grabación por un único ensayo capaz de acercarlos a los temas que poco después se registraron en estudio, y redundaron en su último álbum, Por lo menos hoy. "Grabamos directamente al disco, no hicimos pruebas. Fue todo más directo y sencillo", comenta Emiliano Brancciari, cantante y guitarrista del grupo.

Alterar la fórmula y simplificar no fue un acto intencional pero, sin querer, acabó en sintonía con aquello que el vocalista define como la esencia del conjunto: "Somos un grupo de amigos que se dedica a hacer lo que le gusta". Y en esta oportunidad quedó demostrado: "Nos pusimos en contacto con las canciones de forma un poco más relajada", continúa Brancciari.

Nueve músicos con "cabezas" y estilos diferentes conforman No Te Va Gustar. Ellos son: Emiliano Brancciari (guitarra y voz), Gonzalo "Japo" Castex (percusión y coros), Martín Gil (trompeta y coros), Dennis Ramos (trombón), Mauricio Ortiz (saxo), Marcel Curuchet (teclados), Guzmán Silveira (bajo), Diego Bartaburu (batería), y Pablo Coniberti (guitarra). Sábado Show charló con dos de sus integrantes (Brancciari y Gil) en la sala de ensayo de la banda y el diálogo giró en torno a este nuevo disco, giras nacionales y de las otras -hasta por países insólitos- y la impensada repercusión que cobró Cielo de un solo color con el Mundial. Compararon, además, pasado y presente del grupo, los toques de ahora y de antes.

contenido. Homogéneo, sin "grandes locuras", con menos carga de percusión, y más "austero en cuanto a timbres": algunas características reconocidas en Por lo menos hoy. El disco recorre letras comprometidas, vinculadas a temáticas sociales que inquietan a los miembros de la banda -tal es el caso de la violencia doméstica-. "Nos preocupa este tema y nos pareció importante incluirlo. Quizá ésta sea una referencia muy directa o explícita, pero hay muchas canciones de la banda que reflexionan sobre distintos temas que hacen a los problemas que notamos en la sociedad. Por ejemplo, la canción Ilegal, que está en nuestro cuarto disco, habla acerca del aborto", cuenta Gil.

No Te Va Gustar mantiene y respeta una constante en términos de expresión: "No buscamos ser poetas ni mucho menos. Sigue siendo una manera simple y clara de decir las cosas", apunta el cantante. Las fuentes de inspiración, en cambio, sí varían con el correr de los años. Hoy al componer piensan en realidades que antes, quizá, no tenían en cuenta porque los intereses no son estáticos. "Empezamos grabando cuando salíamos de la adolescencia y ahí nos preocupaban cosas que ya no, y hoy nos preocupan otras nuevas. Todo va cambiando, desde el país hasta la situación personal de cada uno", agrega Brancciari.

Viajes y giras protagonizan la actualidad de esta banda de rock nacional. Buena parte de los temas que integran su último trabajo discográfico se bocetaron arriba de un avión, en la sala de espera de un aeropuerto, de camino a un recital, o en el hotel de alguna ciudad lejana. Las circunstancias obligaron a los músicos a acomodar sus tiempos y no tuvieron otra alternativa que aprender a escribir fuera de casa. "No sé si es un buen momento para componer pero le encontramos la vuelta a escribir estando en lugares diferentes, y eso nos da la posibilidad de hacer más canciones. Si nos tuviéramos que regir por el tiempo que estamos acá, sería muy corto", expresa el vocalista y líder del conjunto.

Ay celeste. La selección constituye un capítulo aparte en el panorama actual de No Te Va Gustar. El tremendo desempeño de Uruguay en Sudáfrica 2010 tocó de cerca a todos, y la banda no estuvo por fuera de esta fiebre mundialista. Al contrario, la potenció con el tema Cielo de un solo color, que sonó por doquier mientras duró la Copa del Mundo, y después también.

La canción integra el álbum Aunque cueste ver el sol, se compuso hace ocho años con un vocabulario bien localista, pero los chicos de NTVG jamás imaginaron que la selección la haría propia, dado que no estaba entre sus objetivos iniciales convertirla en himno de la Celeste."Es una canción que habla de una situación particular de nuestro país con términos futboleros, pero no habla directamente de fútbol. Y tiene casi ocho años. La podrían haber usado antes y la usaron recién ahora. No lo esperábamos", comenta Brancciari.

Melodía y lenguaje iban a tono con la situación, y la frase "ay celeste regálame un sol" resultó bien estratégica a la hora de transformarse en la canción identitaria de la selección. "Sabemos que los jugadores la iban escuchando como cábala cuando iban a los partidos y eso es emocionante para nosotros. La verdad es que son buena gente, entonces, es un honor que hayan utilizado la canción", agrega el vocalista.

Parece que hubo buena onda de entrada entre los jugadores y los nueve de NTVG. No es adrede que varios nombres (Lugano, Abreu, Victorino, Castillo, Gargano, Seba Fernández) figuren en la extensa lista de miembros que integran el coro del tema El equilibrista. "Nos hicimos amigos en un par de comidas que compartimos. Inclusive algunos de ellos participan en unas palmas que hay en el disco en la última canción", complementa Brancciari.

Esencia. Se dicen afortunados de poder vivir de la música, viajar gracias a eso, y hacer aquello que realmente les apasiona. La unidad los mantiene a flote e íntegros, a pesar del tiempo. "Nos cuidamos lo más posible entre nosotros y nos queremos mucho. Eso es lo que no cambia, a pesar de que se vaya uno o entre otro. Esa es la regla. Querer hacer siempre lo que nos gusta es fundamental y nos hace sentir que estamos haciendo algo auténtico", afirma Emiliano Brancciari, miembro fundador del conjunto.

Martín Gil esboza un gran concepto al definir el impacto que acarreó mediatización y popularidad para la banda: "Fue muy loco trascender la frontera de lo no radiable a lo radiable". Según Emiliano, implicó rareza y emoción a la vez. El vocalista conserva vívido en su memoria la sensación que le provocó escuchar por primera vez un tema suyo en la radio: "Nosotros habíamos mandado un demo a un programa de la X FM, lo pasaron y esa fue una emoción enorme. Después que sacamos el primer disco, recuerdo que iba en un ómnibus volviendo de la facultad y escuché Déjame bailar en la radio, y me ericé todo. Chau, salió el disco de verdad", rememora.

NTVG acumula una cantidad interesante de vuelos, así como escenarios compartidos con grandes artistas, estadios llenos en Argentina, Brasil y Chile. Viajan, van y vienen, pero siempre que pueden se hacen una escapadita para las giras nacionales, una constante que eligen no abandonar. "Le debemos mucho a Uruguay, Montevideo y el interior, e intentamos no dejar de hacerlo. Cada momento que estamos acá lo utilizamos para irnos a tocar al interior con todas las dificultades que ello conlleva. Los costos son tremendos entre transporte, combustible, y que tratamos de llevar el mejor show posible. Intentamos no dejarlo de lado, más allá de que muchas veces no sea redituable económicamente", argumenta Brancciari.

Cosmopolita. Haber logrado un sonido universal supone uno de los grandes méritos de No Te Va Gustar, y es el gran motor que les permitió moverse por los lugares más recónditos del mundo. Resulta que estos nueve muchachos trascendieron la frontera del idioma, tradiciones y estilos al desembarcar con su música en países europeos tan lejanos en kilómetros como en costumbres. "Choque de gustos" entre sus miembros, diversidad de géneros utilizados en las melodías, y un fuerte condimento local son elementos responsables de esa consecución. "Es medio sin querer y tiene que ver un poco con eso de ser nueve, que a todos nos gusta música de todo el mundo. Eso aplicado a nuestras canciones con mucha influencia de la música uruguaya porque, en definitiva, eso es lo que es: un grupo de música uruguaya que hace música de todo el mundo mezclada. Eso nos vuelve cosmopolita y nos termina ayudando cuando vamos a lugares tan extraños", explica Brancciari.

Con varias giras y recorridos sobre la pata, no dejan de maravillarse cuando suben a un escenario extranjero y perciben la respuesta inmediata, efusiva y emotiva del público. Una sensación indescriptible e inolvidable: "Nos tocó ir a Paraguay a cerrar un festival de reggae y fue increíble. La gente cantaba las canciones, y nuestro disco no está editado en Paraguay. No hemos hecho ningún tipo de difusión en ese país y fuimos sólo una vez a tocar allá. Eso es asombroso. Ahí te das cuenta de que internet tiene un poder importantísimo, y que realmente depende de esas cosas que son totalmente mágicas", testifica Gil.

Toques. Los pequeños bares donde tocaban antaño quedaron atrás. Crecieron, es un hecho, en lo artístico y en número de personas: los sigue una banda de fanáticos que se encarga de llenar estadios, salas y anfiteatros. Hoy miran con un dejo de nostalgia aquel tiempo en que subían al escenario para cantar a unos pocos, pero son capaces de reinventar esa motivación inicial desde otro ángulo. Y la encuentran en los shows del extranjero, una interesante paradoja. "A cada país donde vamos empezamos de cero, y no tenemos una gran maquinaria atrás que nos haga tocar para un montón de gente a prepo. Tenemos que ir, que el boca a boca ayude, y que la segunda vez que vayamos haya más gente. Así empezamos en todos lados", relata Brancciari. "Quizá se extraña un poco cuando tocábamos para pocos y esos pocos eran amigos y familiares. Esa parte sí la perdimos porque a esos nuevos lugares adónde vamos la gente es desconocida. Estuvo bueno, fue muy lindo en su momento, y muy importante para nosotros, que necesitamos del apoyo de nuestra familia y amigos", resume Martín Gil.

POR LO MENOS HOY - TRACKS

1. ÁNGEL CON CAMPERA.

2. CERO A LA IZQUIERDA.

3. CHAU: participación especial de Luciano Supervielle.

4. CON EL VIENTO: scratch de Supervielle.

5. ARDE.

6. LOS INDIFERENTES.

7. VOLAR: voz de Juanchi Baileron (productor del disco).

8. TU DEFECTO ES EL MÍO.

9. MEMORIAS DEL OLVIDO.

10. CON LA MISMA VARA: voz de Fabián Krut (cantante de Cursi).

11. NUNCA MÁS A MI LADO: aparece Chango Spasiuk en acordeón. Letra de Martín Gil.

12. EL EQUILIBRISTA: participan jugadores de la selección uruguaya en coros y palmas.

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